martes, 21 de abril de 2009

Módulo Pensamiento Bolivariano en el Contexto Emancipador

Diplomado en Gobierno y Poder Ciudadano
Módulo Pensamiento Bolivariano en el Contexto Emancipador

El contexto donde se da su pensamiento
El tránsito del siglo XVIII al XIX da al traste con una serie de fenómenos que marcarán la historia hispanoamericana: la aparición del Movimiento de La Ilustración francesa, la Guerra de Independencia de las Trece Colonias de Norteamérica y las Revoluciones Francesa y haitiana, unido a las cada vez más agudas contradicciones entre criollos y españoles por causa de la política metropolitana, serán el caldo de cultivo para la aparición y desarrollo de un pensamiento progresista en nuestras tierras, que tuvo en la Ilustración sus primeras semillas.

En qué consistió La Ilustración?

La ilustración correspondió a un movimiento intelectual europeo que surgió en el siglo XVIII y que cuestionó a la sociedad existente en ese momento. Sus principales planteamientos estaban enfocados a designar a la razón como elemento fundamental para el análisis y la comprensión de la realidad, y a la soberanía como un derecho residente en el pueblo, implicando ello una crítica explícita a la monarquía absoluta presente en aquella época. También la ilustración afirmó la igualdad y libertad como principios básicos de la sociedad. Las ideas ilustradas penetraron en América y sus colonias: mediante sus viajes, las elites criollas tomaron contacto con estas nuevas ideas que de una u otra manera contribuyeron a criticar el dominio español sobre América. Por otra parte, estas ideas fueron también transmitidas por los sacerdotes jesuitas, a través de la educación a los grupos dirigentes. Indudablemente las ideas de la ilustración tuvieron relación con los ideales independentistas, en especial, las doctrinas ideológicas planteadas por Rousseau y Montesquieu.
ANTECEDENTES
Desde el siglo XIII existían monarquías nacionales en los estados europeos, pero éstas no centralizaban suficientemente el poder en la persona del Rey.
El Absolutismo, como forma de gobierno, se consolidó a fines del siglo XV y comienzos del siglo XVI., como consecuencia del incremento y la expansión del comercio y la producción manufacturera de las naciones europeas.
Las Bases Teóricas del Absolutismo, escritas en por Nicolás Maquiavelo (1469 – 1527) en la obra titulada El Príncipe en 1512. Allí, recomendaba un gobierno regido por un príncipe único, así como lo exponía la teoría del Derecho Divino de los Reyes, sustentada por la Iglesia en respuesta al movimiento de la Reforma.

El Absolutismo fue un régimen de gobierno que otorgaba al Rey todos los poderes. Es decir, una sola persona (El Rey) representaba a Dios, tenía autoridad para resolver absolutamente todo, y tenía el deber de velar por la prosperidad del Estado.
Los reyes provenían de familias de la nobleza feudal, por lo cual buscaron el apoyo de la burguesía al comprender que esa clase social era la más fuerte económicamente hablando y que podrían
e
Corrientes, fuentes de influencia
Cómo surgen esas ideas en el momento que vivió
Perspectiva libertaria clase dominante
Utilización de su figura

I Contexto, Sociedad, las Ideas, Procesos Sociopolíticos, Valores de la Sociedad Colonial
Contextualizar
Civilizaciones Originarias
1. Crisis Imperio Colonial: la Colonia, contradicciones, lucha y enfrentamientos militares
2. Los Africanos
3. Rebeliones que se producen
4. Ilustración{ Revolución Francesa influencia en el Pensamiento Bolivariano
Qué pasaba, y entender en qué momento se produce la fractura del Orden Colonial >lucha de clases> fin del siglo 18 y comienzos del 19
5. El Proceso de Independencia fue un proceso de lucha de clases.

3a Unidad: Integración de Ideas en el Pensamiento Miranda, Bolívar
Cómo se expresa en Bolívar más no en Miranda (sus esfuerzos y los obstáculos que enfrentó.
Comparación de su Pensamiento, sus ideas y reflexiones sobre los procesos socio-históricos y políticos que vislumbró y que están vigentes en la actualidad
Realizar una composición que refleje la época en que vivió Bolívar-


Influencia del Pensamiento de la Ilustración en las Colonias Españolas de América y especialmente en Venezuela.
El contexto donde se da su Pensamiento

Ilustración
Nuevas Ideas
Emilio y el Contrato Social de Rousseau. Donde plantea que el Gobierno debería basarse en el consentimiento de los gobernados.
Montesquieu,
Finales del Siglo XVIII
1794 es prohibida la circulación del libro “Los Derechos del Hombre y del Ciudadano”

Los colonos hispanoamericanos se ven impelidos de romper vínculos con la Metrópoli gracias a la influencia de las ideas emanadas de la Ilustración, que se extendieron por el mundo durante el siglo 18.

Estallido de los movimientos revolucionarios en Norteamérica: Thomas Jefferson, Thomas Paine, Benjamín Franklin.
Francia: irrupción del Tercer Estado y toma de la Bastilla 1789,
Decapitación de Luís XVI
Ideas de Libertad, Igualdad y Fraternidad
El Terror en Francia Robespierre
Napoleón Bonaparte

Los Criollos Mantuanos retrocedían ante el ímpetu de las nuevas ideas de libertad, quienes temían que las mismas se extendieran al conjunto de la sociedad colonial (indios y mestizos) y que su accionar político derribara no solo el poder español sino al orden establecido en la Sociedad Colonial.
En este sentido, los criollos no querían cambiar la estructura social, sino liberarse del Imperio Español y heredar el poder y la riqueza. Pero sin romper definitivamente con la Corona.

Nuevas ideas de Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Diderot y otros.

Situación Económica, Política e Intelectual en Europa a mediados del Siglo XVIII.

En esta época existen monarquías nacionales en los Estados europeos, pero no centralizan suficientemente el poder en la persona del Rey.
Monarquías Europeas
España: Fernando VII y Carlos V (época de la independencia)
Inglaterra
Francia: Luis XV (guillotinado) Napoleón Bonaparte

El Absolutismo como forma de Gobierno, se consolidó a fines del Siglo XV y comienzos del XVI, como consecuencia del incremento y la expansión del comercio y la producción manufacturera de las naciones europeas.
Bases Teóricas del Absolutismo contenidas en las obras de Maquiavelo titulada el Príncipe, donde recomienda un gobierno regido por un príncipe único, así como lo exponía la Teoría del Derecho Divino de los Reyes, sustentada por la Iglesia en respuesta al movimiento de la Reforma
El Absolutismo régimen de gobierno que otorgaba al Rey todos los poderes. Es decir, una sola persona El Rey) representaba a Dios, tenía autoridad para resolver absolutamente todo y tenía el deber de velar por la prosperidad del Estado.
Los reyes absolutistas pertenecían a familias de la nobleza feudal, pero buscaron el apoyo de la Burguesía debido a que sabían que esa clase social era la más fuerte por tener el poder económico, de cuya ayuda necesitaban.
Los burgueses apoyaron a los monarcas absolutistas porque les convenía a sus intereses contar con un gobierno centralizado que les facilitara el total manejo del comercio internacional (el cual producía buenas utilidades económicas).
Esta alianza económica se mantuvo varios años, permitiéndoles a los burgueses tener grandes beneficios económicos, aunque estaban impedidos de intervenir directamente en las cuestiones políticas del Estado.
Inglaterra, país que fue el primero en instaurar el absolutismo como sistema de gobierno con Enrique VII.
Su desarrollo mercantil y manufacturero fue el más poderoso de Europa, razón por la cual la burguesía se hizo fuerte en el campo económico, mas no en el político. Esta situación fue la causa.}
En 1688 fenece el absolutismo en Inglaterra, otorgándole mayor poder político a la Burguesía.


Nuevas Teorías Económicas
John Locke (1632-1704). Iniciador de las teorías económico-políticas liberales.
Obra Tratado de Gobierno Civil: respaldo teórico para los objetivos propuestos por la Revolución Gloriosa que eliminó en Inglaterra el poder absoluto de los Reyes.
Consideró que el gobierno debía tener poca intervención en los asuntos económicos y sociales, para que los ciudadanos pudieran actuar libremente.
Planteó por primera vez que la soberanía reside en el pueblo y éste concede las funciones políticas a un rey a quien puede reemplazar si no cumple con sus deberes.

Francisco Quesnay fundador del fisiocratismo, afirmó en su obra Tableau Economique (1758) que la riqueza de las naciones dependía de la agricultura.
Los fisiocrátas sus seguidores consideraron que el comercio también era importante como fuente de riqueza, defendían la libertad de comercio, propusieron un nuevo orden económico, basado en las leyes naturales que permitiera libertad.

Los pensadores o filósofos franceses se interesaron en todos los problemas de su tiempo:
Las limitaciones impuestas por el absolutismo a las actividades económicas y a las tareas humanas.
Las deficiencias de la educación
En el mercadeo y consumo de productos
En la suerte de los esclavos explotados por los colonizadores de América y en muchos otros asuntos.

La Ilustración ideas que sirvieron de base para la organización de la sociedad contemporánea.
Crisis de la sociedad absolutista Francia y el resto de Europa.
Contradicciones entre el llamado Antiguo Régimen y el que poco a poco comenzaba a surgir entre la anarquía absolutista y el liberalismo republicano, es decir, entre los intereses de la nobleza feudal en decadencia y los de la burguesía enriquecida.

Había diferentes pensamientos e ideas:
La alta burguesía tenía ideas reformistas, moderadas y conservadoras
La pequeña burguesía mostraba tendencias democráticas, revolucionarias
Los que representaban los intereses de las clases trabajadoras expusieron ideas mucho más radicales.

Montesquieu: hizo planteamientos reformistas. Organizar una monarquía al modelo inglés con tres poderes separados: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Voltaire (representante alta burguesía). Propuso un absolutismo ilustrado ejercido por un rey culto, y sin que la iglesia tuviese tanto poder. Consideró necesario el impulso científico para lograr el progreso de toda la humanidad.

Jean Jacques Rousseau. (Pequeña Burguesía).Obras: Emilio y el Contrato Social Consideró necesario establecer la soberanía popular, el régimen democrático y acabar con el despotismo. Dio gran importancia a la educación.

Juan Meslier. Defensor de las clases trabajadoras, creyó necesario crear una sociedad en la que no hubiese ni pobres ni ricos, donde la tierra fuera de la colectividad, y en la que la ciencia y la tecnología sirvieran al resto de la humanidad.


El Movimiento Emancipador Americano.
Razones para el movimiento emancipador latinoamericano
Había un descontento en la sociedad colonial expresado en:
Las insurrecciones de los esclavos y trabajadores libres
Movimiento de pardos que liderizaron luchas en contra de las autoridades europeas y contra los criollos.
Los criollos quienes a pesar de tener el control económico, tuvieron que enfrentarse a los blancos europeos que se encargaban de limitarles los derechos políticos.
Las luchas entre los diferentes grupos sociales, dieron origen a muchos movimientos, algunos de ellos sin tener como meta la búsqueda de la independencia y otros con verdaderos propósitos emancipadores.

Movimientos Pre Independentistas
Hasta el sigo XVIII, los movimientos surgidos en Latinoamérica fueron promovidos por las masas populares como reacción contra el despojo del que había sido víctima la población indígena, la abusiva explotación de las fuerzas de trabajo (aborígenes y negros), o los frecuentes aumentos de los impuestos.

Movimientos Populares:
Rebelión de Tupac Amaru en Perú
Movimiento de los Comuneros en Chile
Levantamiento del Zambo Andresote
Movimiento de negros y mestizos dirigidos por José Leonardo Chirinos
Todos estos estallidos tuvieron causas internas muy poderosas, del tipo económico y social, pero algunos de sus dirigentes tenían ya alguna información de las ideas liberales francesas.

Movimientos Independentistas (finales del siglo XVIII y comienzos del Siglo XIX)
Rebelión de Juan Francisco de León
Movimiento Gual y España
Desembarco de Francisco de Miranda
Estos intentos fracasaron debido a que no contaron con el apoyo de la oligarquía criolla, sino que fueron contrarrestados por ellos mismos a través de los cabildos y de la Iglesia Católica. (Explicar )

Causas Internas y Externas de los Movimientos Independentistas
Causas Internas:
Los criollos, quienes a pesar de tener el control económico, tuvieron que enfrentarse a los blancos peninsulares que se encargaban de limitarles los derechos políticos.
Al apercibirse los ricos criollos del papel que desempeñaban como clase social económicamente dominante, se dispusieron a conquistar el poder político, que solo manejan los blancos peninsulares.

Causas Externas: Las ideas liberales de los filósofos franceses y los economistas ingleses, el triunfo de la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, la Invasión de Napoleón a España, el secuestro de Fernando VII y Carlos V en Bayona (Francia), quienes fueron obligados a abdicar a favor de José I (José Bonaparte) y, finalmente, la independencia de Haití.
Los aires de libertad de las nuevas ideas se esparcieron por toda Europa así como en las colonias americanas.
Influyeron en el movimiento contra el absolutismo francés que desembocó en la Revolución Francesa y a su vez en el movimiento emancipador americano
Expulsión de los Jesuitas, quienes defendían los derechos de los pueblos originarios de América,
por parte de los reyes de España.

La Emancipación Americana

El movimiento emancipador en América se inicia a partir del Siglo XVIII y culmina a principios del XIX (1770 hasta 1824). Fue el resultado de la difusión de las nuevas ideas de los enciclopedistas y de la revolución francesa, así como el proceso evolutivo que se venía gestando desde la época colonial en América y que se había traducido en una serie de movimientos.

De los movimientos ocurridos, muy pocos tenían el propósito de liberarse del dominio español.
Los movimientos revolucionarios de 1810 estaban dirigidos a la sucesión política entre la metrópoli y las colonias aunque también es cierto que muchos próceres veían la posibilidad de una independencia definitiva (Bolívar y Miranda).
El movimiento independentista fue el resultado de un grupo de causas tanto internas (originadas dentro del territorio colonial), como externas (originadas fuera del territorio).

Causas Internas
La rivalidad entre peninsulares y criollos, observada durante toda la época colonial en cuanto a lo político, social y económico. Fueron rivales irreconciliables.
En el orden político, todo el poder lo tenían los peninsulares, la corona enviaba directamente sus autoridades desde los primeros tiempos de la colonia.
Los criollos no tenían derecho a desempeñar cargos políticos como virreyes, capitanes generales, oidores, gobernadores y autoridades eclesiásticas y militares. Éstos estaban reservados a los peninsulares. Todo esto generaba un descontento de los mantuanos.

En el orden Social: Los Criollos representaban una clase culta, rica, poderosa e inteligente, en muchos aspectos, superiores a los blancos peninsulares.
Los mantuanos eran el único grupo capaz de iniciar y dirigir el movimiento emancipador en procura de obtener lo que a su juicio usurpaban los peninsulares, es decir, la administración pública.

En el orden Económico: Los blancos Criollos, como descendientes de los conquistadores, gozaban de privilegios tales como: tener la posesión de las haciendas, de la producción agrícola y ganadera, de los esclavos y del pequeño comercio colonial, mientras que los peninsulares acaparaban el alto comercio y monopolizaban ciertas actividades económicas por intermedio de compañías extranjeras (Compañía Guipuzcoana) a los intereses criollos.

Todas y cada una de estas causas se conjugaron para prefigurar una situación cada día más insostenible, debido a las constantes pugnas, desacuerdos y luchas que harán eclosión con los hechos ocurridos el 19 de Abril de 1810, constituyéndose la Sociedad Patriótica bajo el liderazgo de Miranda y Bolívar.

La Política Económica de España
Se caracterizó por la aplicación del Mercantilismo, cuyos principios eran:
Acumulación de oro, plata y piedras preciosas.
Monopolio Comercial (solo uso de sus barcos para el transporte de mercancía)
Poseer colonias
Otorgar créditos a pequeños y medianos productores con garantías de sus bienes y tierras.
Desarrollar sus propias industrias mediante la extracción de materias primas de las colonias de ultramar.

Esto trajo como consecuencia que los colonos se vieran forzados a limitar su producción, pagar elevados impuestos y someterse a otra serie de trabas que impedían el crecimiento económico y el desarrollo de la industria nacional, razón por la cual éstos se empeñaron en la búsqueda de la libertad económica.

Los Cabildos: mantuvieron siempre un espíritu de libertad especialmente en Venezuela, donde ejercieron funciones políticas acogiéndose a los derechos de gobierno. Todos los cargos del ayuntamiento eran ejercidos por los mantuanos, circunstancia que les permitia utilizarlo como tribuna para la defensa de sus intereses y para la dirección del movimiento emancipador.

La Preparación Intelectual de los Criollos: Era alta y permitió que estuviesen al día con las nuevas corrientes filosóficas y política vigentes en Europa para aquel momento. Soñaban con llevar a la práctica en las colonias muchas de las enseñanzas liberales de aquellas corrientes.


Causas Externas:
La influencia de las nuevas ideas del Siglo XVIII, que criticaban los sistemas políticos, económicos y sociales imperantes en Europa y que nutrieron ideológicamente la mente de los criollos dirigentes del movimiento emancipador.
Los principios de igualdad, seguridad y fraternidad, influyeron notablemente en la lucha separatista, sin embargo, es bueno señalar que estas ideas solo penetraron en la clase alta y la mayoría de la sociedad colonial la conocía vagamente.
La expulsión de los jesuitas del territorio colonial, sostenedores de España en América y poseedores de un gran poder económico. Su expulsión los convierte en los primeros propagandistas de la realidad americana, su trabajo literario, científico y político servirá para difundir el ideal de libertad americana.
Entre sus trabajos se encuentran los de Vizcardo y Guzmán “Carta a los Españoles Americanos”, documento donde se sintetizan las causas del descontento criiollo contra el dominio español, aboga por los derechos del hombre, la soberanía popular y por la reivindicación del indio, el pardo y el criollo.

La intervención de Napoleón en la Península Ibérica, la cual representa un antecedente directo de los sucesos del 19 de Abril de 1810 cuando en Venezuela, con la aparente finalidad de conservar los derechos de Fernando II, se crean juntas que luego declararán la Independencia y proclamarán la República.

La decadencia del poderío Español, evidencia en todos los aspectos: político, económico, militar y cultural, frente al creciente poderío de sus antiguos rivales: Inglaterra, Francia y Holanda, que ambicionaban apoderarse de las colonias o por lo menos después de lograda la independencia, convertirlas en mercado libre para su producción.

La Independencia de Estados Unidos, la cual tuvo como antecedente en España el hecho de que el Rey Carlos III, déspota ilustrado quien dictó una serie de medidas liberales para la Metrópoli y para América, y desarrolla una política antibritánica que lo impulsa a defender la libertad de los colonos norteamericanos, buscando con esto humillar a su poderos rival.
Esta política de España fue contraproducente, ya que al apoyar a los colonos norteamericanos a independizarse, sentó un precedente que no olvidarán los colonos hispanoamericanos para sus fines independentistas. Además, este hecho fue aprovechado por Inglaterra para fomentar y propiciar en las colonias españolas un movimiento insurreccional.

La Revolución Francesa, desarrollada entre 1787 y 1799 y que buscaba impulsar a la clase noble burguesa y popular francesa para desplazar a la monarquía e implantar un gobierno republicano. La revolución estaba inspirada en los principios básicos de fraternidad, libertad e igualdad, que luego llegarán hasta un selecto grupo de colonos hispanoamericanos quienes idearán una revolución contra el férreo régimen absolutista español.
La Revolución Francesa es considerada causa del fenómeno independentista porque engendró interés en un grupo privilegiado, y éste fue capaz de anteponer a sus intereses los de una comunidad deseosa de justicia. El pueblo, en su mayoría analfabeta, asimiló el mensaje cuando logró tener conciencia de lo que sucedía en su entorno.


Movimientos Preindependentistas en Venezuela
Fecha 1795 y 1806 se sucedieron una serie de movimientos que tenían como finalidad, además de liberar a los esclavos, liberar a Venezuela del dominio español.
1. José Leonardo Chirinos: 10 marzo de 1795
Causas se agrupan causas sociales, políticas, económicas e ideológicas.
Sociales: Marcada diferenciación entre las clases sociales, la desigualdad entre libertos y esclavos, y el trato inhumano al que eran sometidos los negros por sus amos criollos.
Políticas: Las aspiraciones de crear una república al estilo francés influenciada por las ideas revolucionarias traídas de Europa y Haití.
Económicas; Los abultados impuestos y contribuciones especiales que había que pagar, así como el impuesto de alcabala, los cuales se cobraban en forma violenta y arbitraria por los empleados encargados.
Ideológicas: El levantamiento de los negros haitianos que se basó en la existencia de un código negro para proclamar su libertad, la creencia de que existía una Real Cédula que liberaba los esclavos, pero que no se puso en práctica por no convenirle a los criollos, la probable intervención de José Caridad González, lider intelectual del movimientoy la personalidad e influencia de José Leonardo Chirinos, negro libre casado con una esclava.

Objetivos del Movimiento de José Leonardo Chirinos y los Negros de Coro
Tenía 04 objetivos fundamentales:
Adoptar la ley francesa
La abolición de la esclavitud
Eliminar los impuestos
Establecer la República

Causas del fracaso del movimiento:
No contó con el apoyo de los milicianos que debían apoyarlo. JLCH fue juzgado y condenado a muerte.
A pesar de su fracaso, el movimiento tuvo importantes consecuencias como la rebaja de los impuestos a determinarse que los recaudadores no cumplían en forma correcta sus obligaciones, lográndose que el cobro y el trato fuesen más humanos según la costumbre de los primeros tiempos.


2. La Conspiración de Gual y España
Se produce en 1797 en la Guaira, Macuto y Caracas.
Consistió en un plan de clara orientación igualitaria, que fue descubierto el 12 de junio de 1797. Fueron apresadas muchas personas, entre los cuales se encontraban Simón Rodríguez, Manuel Gual y José María España.
Este movimiento tuvo gran importancia histórica, ya que abarcaba un programa de mayor alcance revolucionario que el de 1810 y 1811 en el cua se contemplaba la integración social de Venezuela y se abolia la esclavitud. Tuvo participación de variados elementos de las distintas clases sociales,lo cual le dio un profundo sentido democrático e igualitario al movimiento.

Contexto filosófico que influenció el Pensamiento Bolivariano

Contexto filosófico que influenció el Pensamiento Bolivariano
LA ILUSTRACION

El período de la Ilustración o de Las Luces corresponde al siglo XVIII europeo, época guiada por un movimiento humanístico que desde Inglaterra y Holanda se extendió a Francia y Alemania. Ese movimiento espiritual tenía por fin dar al hombre bienestar usando y aplicando la razón con independencia crítica de la historia. En este examen crítico el hombre debía tomar conciencia de los aciertos y torpezas de la humanidad. Era la época en que, a decir de Kant, la humanidad debía dejar su minoría de edad.
Se veía en la razón la facultad esencial del hombre, la razón contenía la medida de todas las obras y acciones humanas y del modo de vida. Era una posición optimista, confiada en que por vías racionales podían deducirse los cánones para dar al hombre y a la sociedad una organización digna y feliz. La filosofía de la Ilustración veía en el conocimiento y dominio de la naturaleza la tarea fundamental del hombre. Tenía una alta valoración por la ciencia, pero no tanto por la ciencia pura como por la aplicada.
La razón ilustrada está basada en el empirismo, desarrollado en Inglaterra, particularmente por Locke en el siglo anterior, y por Hume, uno de los filósofos más importantes de la Ilustración. La idea central del empirismo es que no hay otro conocimiento del mundo que no sea el derivado de la experiencia, que las operaciones de la mente se realizan sobre los elementos proporcionados por los sentidos. La razón ilustrada va del hecho al principio, no a la inversa.
En la filosofía del siglo de Las Luces, se trata de la razón ejercida sobre un substrato empírico dado fundamentalmente por la percepción sensible, no de aquella del Barroco, vuelta hacia el interior del hombre en la búsqueda de principios dentro de las ideas innatas. Locke aducía el principio tomista: Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu (nada existe en el intelecto que no haya existido antes en los sentidos). Locke admitía la realidad del mundo exterior a la mente, de la substancia extensa de Descartes; Berkeley, idealista, sólo la de la mente: esse est perpici (ser es ser percibido), la substancia pensante, y Hume, escéptico, de ninguna de ellas: la única realidad es el fenómeno, el fenómeno psíquico. El significado de substancia, de la cosa en sí independiente de la mente, desaparece en Hume y en Kant.
La Ilustración toca todos los aspectos de la vida cultural, fue una época de importantes proyectos atinentes al desarrollo del individuo y también a la sociedad. Fue, como todo humanismo, un movimiento elitista. En Francia se formó el enciclopedismo, en Inglaterra nacieron los clubes. En cuanto al gobierno, se trataba de una revolución desde arriba, del despotismo ilustrado, de todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Consecuencia de la filosofía de los empiristas es el individualismo: cada hombre con su mundo dado por su propia percepción sensible. De ahí, en la política, el liberalismo, y de ahí que la organización supraindividual, en particular el estado, había de surgir y perdurar según el principio del contrato social, a saber, del libre acuerdo entre los individuos, aisladamente seres en estado natural. Fue un movimiento en que se valoró el derecho natural: los derechos del hombre independientes del lugar, del tiempo, de lo contingente. Sin embargo, esta concepción condujo a la tolerancia religiosa, liberación campesina, difusión de la cultura al pueblo, a tomar conciencia de los derechos humanos. La clase culta pasó a ser laica, particularmente en Francia.
Comenzo en Inglaterra por el 1680 y se difundió por la mayoría de los países del norte de Europa y llegó incluso hasta América. Pero fue en Francia donde la "Ilustración" alcanzó su manifestación suprema y fue en el siglo XVIII cuando tuvo verdadera importancia. Pocos movimientos históricos contribuyeron tan profundamente a moldear los pensamientos humanos y orientar el curso de sus accines. La filosofía de la "Ilustración" se basa en cierto número de ideas importantes, entre las cuales podemos citar las siguientes:
1) La razón es la única guía infalible para llegar a la sabiduría. Todo conocimiemto tiene sus raíces en la percepción por los sentidos, pero las impresiones de nuestros sentidos no son sino la materia prima de la verdad, que debe ser purificada en la razón antes que pueda servir para explicar el mundo o señalar el camino para una vida mejor.
2) El universo es una máquina recogida por leyes inflexibles que el hombre no puede pasar por alto. El orden de la naturaleza es absolutamente uniforme y no está de modo alguno sujeto a milagros ni a ninguna otra forma de intervención divina.
3) La mejor estructura de la sociedad es la mas sencilla y natural. La vida del "salvaje noble" es preferible a la del hombre civilizado con sus convencionalismos gastados que sirven para perpetuar la tiranía del sacerdotes y gobernantes. La religión, el gobierno y las instituciones económicas deben ser purificadas de todo lo artificial y reducidas a una forma conforme con la razón y la libertad natural.
4) No existe el pecado original. La depravación no es inherente al hombre, pero los sacerdotes intrigantes y los déspotas belicosos lo inducen a cometer actos de crueldad. La perfectibilidad infinita de la naturaleza humana y, por lo tanto, de la sociedad misma, serían posibles si los hombres pudieran seguir libremente los dictados de la razón y de sus propios instintos.

Ningún otro movimiento, con la probable excepción del humanismo, ha contribuido más a disipar las densas nieblas de la superstición y las prohibiciones ilógicas que envolvían todavía al mundo occidental. El racionalismo de la "Ilustración" ayudó a romper las cadenas de la tiranía política y a debilitar el poder de un clero sin conciencia. Su ideal de libertad religiosa fue una de las causas principales de la separación de la Iglesia y el Estado y de que los judíos se libraran de las restricciones antiguas. El humanitarismo que implicaba su oposición a la tiranía dio origen a la agitación en favor de la reforma penal y la abolición de la esclavitud. El deseo de un orden social natural contribuyó a que se pidiera la destrucción de todos los vestigios del feudalismo, así como de los monopolios y privilegios inmerecidos. Si la "Ilustración" tuvo alguna consecuencia perjudicial fue probablemente la tendencia a fijar en la mente de los seres humanos una concepción estática del universo. Los filósofos más importantes del siglo XVIII suponían que todo había sido creado de una vez y en forma perfecta por un Dios omnipotente. El universo era solo un reloj gigantesco que funcionaba por sí solo a través de los siglos. Estaba lejos de percibirse con claridad la idea de mundos, organismos e instituciones en constante proceso de nacimiento, crecimiento y muerte.

El progreso intelectual de su época se debió más bien a factores nacidos de los movimientos económios y culturales más importantes de la historia de Europa desde el final de la Edad Media. Ejemplos característicos fueron la influencia del Renacimiento, la prosperidad creciente de las clases medias y los ampllios horizontes intelectuales que abrió el conocimiento de tierras lejanas y pueblos extraños hasta entonces ignorados.
La revolucíon intelectual
Interpretación de la Carta de Jamaica
La primera es que esta carta que, a pesar de ser dirigida nominalmente a una persona en especial, es claramente una carta política y por tanto escrita a una colectividad; y a pesar de esto no fue publicada hasta tres años después de la muerte de Bolívar.

El mejor ejemplo de la primera es lo escrito por Vinicio Romero: “En esta profética carta Bolívar analiza la situación de Venezuela y atisba el futuro de toda América con una fidelidad asombrosa, producto de sus claros conceptos sociológicos, por lo que ha sido llamado “el primer sociólogo americano de su tiempo” (¿Qué celebramos hoy? (2002) Edt. Actualidad Escolar, Caracas, pág. 398). Esta interpretación adopta la idea que Bolívar era un gran sociólogo al descubrir lo que luego llamará Vasconcelos “la raza cósmica”, la mezcla de razas y culturas; y además era un profeta.

En 1997 Elías Pino Iturrieta, representante de la segunda visión, en su escrito: “Nueva lectura de la Carta de Jamaica” abandona los halagos y se refiere a un Bolívar derrotado, desesperado por conseguir apoyo para su empresa emancipadora, y especialmente desmiente la idea de la referencia a los americanos como los mestizos. Pino Iturrieta aclara que cuando Bolívar dice: “Nosotros somos un pequeño género humano; (…) no somos indios ni europeos, sino una especie media (…)” se refiere a los blancos criollos y no a los “americanos todos”.


ALGUNOS ANTECEDENTES
Para el aso 1810, en la Nueva Granada y en Venezuela han transcurrido un poco más de siete años de guerra. Después del triunfo de Monteverde, Bolívar regresará a Venezuela "cuya situación ha llegado a extremos de violencia que no permiten pensar en un nuevo ensayo de república caracterizado por la estabilidad" (4). Desaparece el estado de derecho al no cumplir con la Capitulación de San Mateo, aumentando la violencia protagonizada por Monteverde sobre los no afectos a la corona y, además, "el júbilo de los estratos inferiores que se sienten libres del dominio de los mantuanos y el apoyo de miembros de la aristocracia que han permanecido Males a la monarquía, ha provocado un baño de sangre" (5).
La reacción violenta de los patriotas se inicia con la Campaña Admirable de Bolívar. El 15 de junio de 1813 comienza a regir su Decreto de Guerra a Muerte contra todos los peninsulares y canarios que no apoyaban la causa republicana, mas es sutil con los criollos sin importar su postura frente a los acontecimientos.
En el año catorce entra en escena José Tomás Boves. Más temerario que el anterior, provoca la emigración de los civiles caraqueños hacia el Oriente del país. Por su parte, Bolívar sale hacia Cartagena por no encontrar los recursos necesarios para continuar en la batalla. Hacia 1814 han desaparecido de la faz de la república las instituciones, las pacificas costumbres, la riqueza de los campos (6).
En Cartagena, Bolívar se enfrenta con los más serios obstáculos, entre ellos, la llegada del general Pablo Morillo, representante de la monarquía, con quien no pudo negociar. Decide, entonces, salir al exilio, rumbo a Jamaica, solo y sin recursos económicos. La Independencia continúa sin existir. De este periodo se ha inferido que
... el fenómeno protagonizado por los criollos entre 1810 y 1815 termina en el fracaso. No ha sido un acontecimiento popular, sino un designio asumido por las cúpulas. No ha logrado forjar un pensamiento propio, ni instituciones realmente diversas y peculiares, sino un entusiasta calco del ideario ilustrado (7).
Entre Jamaica y Angostura transcurren cuatro años. En el ínterin al blanco criollo se le suman algunos acontecimientos que incrementan su experiencia y lo incitan a cambiar. Llega a Kingston el 13 de mayo de 1815, donde aprovecha la buena acogida de los ingleses en favor de la causa independentista. Se comunica con sus amigos Ricardo Wellesley y Maxwell Hyslop, con las autoridades de la isla y con el público en general, a quienes quiere convencer del provecho que obtendrá Gran Bretaña ayudando a los patriotas
Mientras realiza sus gestiones y escribe los documentos propagandísticos más importantes a la causa de la Independencia, Gran Bretaña se mostraba sorda a las peticiones del Libertador y el general Morillo llegaba a las costas de Venezuela como "pacificador". El contacto con Haití comienza en julio de 1815, cuando Brion llega a Los Cayos. Bolívar decide ir a defender Cartagena pero primero pasaría por Haití, a entrevistarse con el Presidente Petión, a quien le escribe una carta el 19 de diciembre de 1815 (8), que, según algunos autores, marca el compromiso político y social entre Petión y Bolívar y la "entrada de la República de Haití, al lado de Bolívar, en la lucha decisiva por el establecimiento en Venezuela de la Tercera República y por la liberación completa del continente hispanoamericano" (9).
Haití, desde fines del siglo XVIII, era centro de incubación y desarrollo de ideas revolucionarias. En Venezuela llegó a penetrar, procedente de esta isla, una buena cantidad de propaganda subversiva con los lemas de "libertad, igualdad y abolición de la esclavitud" (10), incluso se ha relacionado la presencia de negros influenciados con las nuevas ideas revolucionarias con la insurrección de los esclavos de Coro en 1795, y la presencia de prisioneros franceses en Venezuela con el movimiento de Gual y España, todos los cuales eran muy mal vistos por las autoridades venezolanas.
En la isla ocurre la formidable insurrección de los esclavos y el decreto de guerra a muerte contra los franceses. Luego de salir victoriosa de la guerra con los franceses, la República de Haití proclama su Independencia en 1804. Son estos acontecimientos, descritos grosso modo, los que producen gran impacto en las colonias americanas. Y provocan también grandes temores (11). Lo cierto es que Bolívar llega al Puerto de los Cayos el 24 de diciembre de 1815, a bordo de la "Popa", a solicitar los auxilios necesarios para la emancipación de Venezuela y de América del Sur (12).
El autor de la obra que venimos esbozando, realiza una importante observación sobre la llegada de Bolívar a Haití. Al respecto dice:
¡Qué sorpresa tan agradable debió de experimentar Bolívar cuando, rodeado de mulata y negros haitianos, se dio cuenta de la verdad de la educación, la amabilidad y hasta la cultura de quienes eran descritos por sus detractores como unos salvajes! (13).
Cinco días más tarde llega a Puerto Príncipe acompañado por el general Marión, el 31 de diciembre, a entrevistarse con el Presidente Petión, encuentro que tuvo lugar el día dos de enero de 1816. Toda la ayuda posible le fue proporcionada a Bolívar. Y una gran experiencia adquirió de Petión. En 1813 Bolívar libera a sus esclavos de San Mateo y los convierte en soldados de la Independencia y, llegado el momento, proclama la libertad de los esclavos en Venezuela y más tarde en la Gran Colombia.
Hacia 1819 Bolívar lleva consigo la "conmovedora experiencia de recibir atenciones de un oficial de piel oscura, Ignace Marión, Gobernador Militar del Distrito de los Cayos", de "gozar la benevolencia del hijo de una negra libre, el Presidente Petión de Haití, quien lo trata como semejante y le enseña la dignidad de un pueblo recién salido del cautiverio" (14). Son constataciones, entonces, que lo impulsan a desarrollar un análisis diferente que advierte algunas metamorfosis esenciales para
la sociedad venezolana de entonces.

SOBRE EL CONGRESO
Bolívar se da cuenta que el pueblo venezolano viene cargado con otras experiencias que lo incapacitan para formar parte activa en el escenario político nacional, para ejercer la soberanía nacional. La "maldición" de España no dotó al pueblo para ejercer su libertad (15). Impensable era dejar en las manos de ese pueblo la elección, por ejemplo de los miembros que irían a formar el elenco de legisladores del Congreso convocado.
Señor. ¡Dichoso el Ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando ha convocado la Soberanía Nacional para que ejerza su voluntad absoluta! (16)
La soberanía nacional se encuentra aquí representada por los mantuanos que han tomado parte activa en el proceso. No ha sido la voluntad popular, precisamente, la electora de los miembros de este Congreso. Para este momento tal posibilidad se encuentra vedada ante los ojos de la mayoría de criollos, A lo largo del discurso encontraremos infinidad de expresiones que tienden a limitar la participación del pueblo en este tipo de acción política, aun cuando en el discurrir de sus argumentos nos irá mostrando una versión más acabada de su concepción sobre el género humano, distanciada de aquella visión que tenía hace cuatro años atrás, cuando escribió su Carta de Jamaica. Esta es una reflexión que traeremos a colación más adelante en este ensayo.
De sus palabras iniciales también se desprende la definición ideológica de su propuesta de gobierno y la orientación al respecto del nombrado Congreso. Sigue al párrafo anterior lo siguiente:
Yo, pues, me encuentro entre los seres más favorecidos de la Divina Providencia, ya que he tenido el honor de reunir a los Representantes del Pueblo de Venezuela en este Augusto Congreso, fuente de la Autoridad legítima, depósito de la voluntad soberana y árbitro del Destino de la Nación (17).
La legitimidad del Congreso deviene del merecimiento. Son los allí reunidos los...
Aciertos y desaciertos de una historia comparada. (Estudios).(origen e interpretacion de frases e ideas de Simon Bolivar )
Publication: Montalbán
Publication Date: 01-JAN-00
Author: Soteldo Rojas, Patricia

La influencia de Simon Rodriguez sobre Bolívar

La influencia sobre Bolívar

Juntos parten en marzo de 1805, a un viaje que los lleva a Lyón y Chambery para luego atravesar los Alpes y entrar en Italia: Milán, Venecia, Ferrara, Bolonia y Florencia. En Milán presencian la nuev a coronación de Napoleón, esta vez como rey de Italia. El 15 de agosto de ese mismo año, suben al Monte Sacro, en Roma, y Rodríguez recoge para la posteridad el juramento que allí su discípulo hace:
"Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor; y juro por mi patria; que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español".
Luego de una breve visita, de Bolívar a Nápoles, retornan a París hacia fines de año. Poco tiempo después se separan y, en 1806, inicia Simón Rodríguez un largo peregrinar por Europa, viviendo en Italia, Alemania, Prusia, Polonia y Rusia, donde se dedicó por varios años a la docencia. En 1823, en Londres se encuentra con Andrés Bello y ese mismo año emprende su viaje de retorno a América. Desembarca en Cartagena de Indias, y retoma su nombre de Simón Rodríguez. En Bogotá, en 1824, realiza la primera fundación de una escuela-taller.
Visita Panamá, Guayaquil y otros lugares. Al año se reúne en Lima con el Libertador. Antes, a su paso por Ecuador deja varias obras; en Latacunga, dicta clases de Agricultura y Botánica en el Colegio Nacional; en Quito presenta al Gobierno un Plan de colonización para el Oriente del Ecuador, y en Ibarra, funda una "Sociedad de Socorros Mutuos".
Bolívar lo incorpora al grupo de sus colaboradores directos. A mediados de abril, parte con Bolívar hacia varias ciudades de Perú y pasa por Bolivia. En noviembre de ese mismo año, Bolívar lo nombra "Director de Enseñanza Pública, Ciencias Físicas, Matemáticas y de Artes y Director General de Minas, Agricultura y Caminos Públicos de la República Boliviana".
En enero de 1826, Bolívar regresa a Lima y Rodríguez se queda en Bolivia; no volverán a verse jamás. En ese mismo año, funda la segunda escuela-taller, esta vez con proyecciones para toda Bolivia, desde Chuquisaca.
Marcha en 1828 para Arequipa, donde publica el prodromote la obra Sociedades Americanas en 1828. En esta obra insiste en la necesidad de buscar soluciones propias para los problemas de Hispanoamérica, concepto que sintetiza en una frase: "La América Española es Orijinal i ORIJINALES han de ser sus instituciones i su gobierno i ORIJINALES sus medios de fundar uno i otro. O Inventamos o Erramos".
En 1830, aparece su libro "El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de armas", defendidos por un amigo de la causa social, un vibrante alegato a favor de Bolívar. En septiembre de ese año, circula su ensayo científico "Observaciones sobre el terreno de Vincocaya" .
En 1831, Simón Rodríguez contrae segundas nupcias con Manuela Gómez, en Perú. Desde Lima acepta la dirección de una escuela y publica su libro Luces y Virtudes Sociales, donde afirma su concepto de la escuela primaria puntualizando la diferencia entre instruir y educar. Seguidamente, se edita en la misma ciudad el Informe sobre Concepción después del Terremoto de febrero de 1835. Rodríguez se encuentra por segunda vez con Andrés Bello, ahora en Santiago de Chile, y reedita en Valparaíso, Luces y Virtudes Sociales (1838). Publica varios artículos en El Mercurio.
En 1842, reedita su obra Sociedades Americanas en 1828, emprende viaje a Ecuador en 1843 y a su paso por el puerto de Paita (Perú), se entrevista con Manuela Sáenz.
Años más tarde, publica en El Neogranadino, periódico de Bogotá, su Extracto sucinto de mi obra sobre la Educación Republicana. En 1850, vuelve a Latacunga y, en 1851, entrega al Colegio de San Vicente sus Consejos de amigo dados al Colegio de Latacunga .
En los años finales de su vida, Simón Rodríguez va a Guayaquil, donde se perderá buena parte de su obra a causa de un incendio que devastó a buena parte de la ciudad. En 1853, emprende un nuevo viaje al Perú, acompañado por su hijo José y su amigo Camilo Gómez, quien lo asistirá en el momento de su muerte, ocurrida en el pueblo de Amotape el 17 de julio de 1853. Setenta años después, sus restos fueron trasladados al Panteón de los Próceres en Lima, y desde allí, al siglo justo de su fallecimiento, fueron devueltos a Caracas, ciudad natal, donde reposan en el Panteón Nacional.
IDEAS Y PENSAMIENTOS DE SIMÓN RODRÍGUEZ
Rodríguez quería que la educación, en Venezuela y América, se impartiera con calidad, en torno al desarrollo personal de los individuos, su capacidad de comprender y analizar la sociedad en la que viven, su desarrollo humano y personal en el contexto del desarrollo social y comunitario inspirado en principios y valores como la igualdad, la equidad, libertad, emancipación social y humana. Una educación que permita a cada uno desarrollar a plenitud sus talentos y construirse como persona y ciudadano solidario y productivo. Que le enseñe a ser, a convivir, a aprender y a trabajar. En fin, una educación que le enseñe a cada individuo crecer y desarrollarse como persona y a preocuparse por su entorno social, que le enseñe los valores y principios de su sociedad. Formar individuos que enfrenten al mundo valiéndose de sus destrezas y habilidades. Formar personas pensantes que no se valgan solo de la memoria y por ultimo que se les enseñe a trabajar y a valorar su trabajo. Y con estas bases se contrita una genuina Educación de Calidad.
Bases para una Educación de Calidad.
1.- Educación para formar personas y auténticos ciudadanos.
2.- Educación que enseñe a aprender
3.- Educación que enseñe a trabajar y a valorar el trabajo y al trabajador.
1.- Esta primera dimensión está orientada a formar y educar para formar persona y auténticos ciudadanos, con una educación en los valores de la convivencia,
Rodríguez estaba convencido de que era urgente emprender un proyecto educativo diferente que, pues bajo retórica e principios y proclamas, seguía intacta la vieja estructura de servidumbre. La independencia no había desmantelado el viejo orden colonial, para ser eficaz este proyecto educativo tenía que ser propio, original, hecho en la propia entraña americana.
El fin primordial de la educación es formar ciudadanos y es por eso que todos deben tener acceso a ella, ya que, como decía Rodríguez "sin educación popular no habrá verdadera sociedad…". Esta educación debe estar vinculada a la solidaridad que se expresa en las múltiples y pequeñas dimensiones del vivir y convivir diario.
Para tener personas y auténticos ciudadanos, debemos superar la pobreza y profundizar la democracia, y esto requiere de un proceso simultáneo.
La democracia se puede construir dependiendo de nuestra actitud, de nuestra voluntad, de nuestra voluntad de cooperación, de nuestro respeto, de nuestra responsabilidad, de nuestra solidaridad. Podemos hacer una escuela y una universidad diferente, de docentes, de administrativos, de representantes y comunidad que tengan en su horizonte los intereses de la mayoría y la construcción y vivencia de la genuina democracia.
2.- La segunda dimensión de una educación de calidad es ENSEÑAR A APRENDER.
Educar no es transmitir paquetes de información para que los alumnos memoricen, sino provocar las ganas e aprender, hacer que los alumnos sientan interés de aprender y que sean capaces de comprender analizar la información que necesitan. De nada sirve llenarlos de informaciones inútiles que no vayan a se capaces de comprender y que solo les sirva para memorizar, ya que no queremos convertirlos en máquinas memorizadotas de conceptos, términos y palabras que con frecuencia ni siquiera entienden, sino convertirlos en seres que tengan la capacidad y la habilidad de buscar, comprender y analizar la información y la puedan devolver en forma personal y coherente. Esto supone desarrollo de las destrezas básicas: lectura, escritura, expresión oral, escucha, informática, observación, estimación, cálculo, pensamiento, ubicación en el espacio y en el tiempo, es decir destrezas lingüísticas, matemáticas, tecnológicas y científicas, tales destrezas los ayudaran a aprender dentro y fuera del sistema educativo.
3.- La EDUCACIÓN QUE ENSEÑE TRABAJAR Y A VALORAR EL TRABAJO Y AL TRABAJADOR, era la tercera dimensión que con mayor esfuerzo quería impulsar Rodríguez y quizás la que le trajo más problemas y dificultades, por parte de la sociedad, ya que no estaban dispuestos a enviar a sus hijos a escuelas donde se le ponía a trabajar, de ahí gran parte de los fracasos de Rodríguez, que nunca renunció a su propuesta educativa, de unir la instrucción académica con el aprendizaje de oficios mecánicos y agrícolas, es decir la creación de escuelas-talleres. Toda su vida fue promotor de unir la escuela y el trabajo. Por ello cuando regresa a América en 1823, establece una escuela en Bogotá (Colombia) donde los estudiantes además de formarse intelectualmente y aprender a vivir en sociedad, debían aprender un oficio mecánico, pero la aristocracia de la capital neogranadina no estaba preparada para aceptar las ideas sobre la educación que busca introducir al trabajo. Escandaloso le debió resultar el nombre de "Casa de Industria Pública", en vez de escuela o colegio. Así el proyecto fracasa, como también el que emprendió en Chiquisaca años más tarde.
Rodríguez insistió con renovada pasión en la necesidad de una educación práctica, útil, que remedie necesidades concretas, en conclusión una educación de calidad.
Algunas sentencias del ideario de Simón Rodríguez.
«El hombre no es ignorante porque es pobre, sino lo contrario»
«Instruir no es educar; ni la instrucción puede ser un equivalente de la educación, aunque instruyendo se eduque»
«No hay interés donde no se entrevé el fin de la acción. Lo que no se hace sentir no se entiende, y lo que no se entiende no interesa. Llamar, captar y fijar la atención, son las tres partes del arte de enseñar. Y no todos los maestros sobresalen en las tres»
«El título de maestro no debe darse sino al que sabe enseñar, esto es al que enseña a aprender; no al que manda aprender o indica lo que se ha de aprender, ni al que aconseja que se aprenda. El maestro que sabe dar las primeras instrucciones, sigue enseñado virtualmente todo lo que se aprende después, porque enseñó a aprender»
«No hay oveja que busque al pastor, ni muchacho que busque a maestro»
«Enseñen los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el por qué de lo que se les mande hacer; se acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad como los limitados, no a la costumbre como los estúpidos»
«La ignorancia es la causa de todos los males que el hombre se hace y hace a otros; y esto es inevitable, porque la moniciencia no cabe en un hombre: puede caber, hasta cierto punto, en una sociedad 9por el más y el menos se distingue una de otra). No es culpable un hombre porque ignora - poco es lo que puede saber -, pero lo será si se encarga de hacer lo que no sabe.»
«Acostúmbrese al niño a ser veraz, fiel, servicial, comedido, benéfico, agradecido, consecuente, generoso, amable, diligente, cuidadoso, aseado; a respetar la reputación y a cumplir con lo que promete. Y déjense las habilidades a su cargo; él sabrá buscarse maestros, cuando joven.
«Sólo la educación impone obligaciones a la voluntad. Estas obligaciones son las que llamamos hábitos.»
«Enseñen, y tendrán quien sepa;'eduquen, y tendrán quien haga.»
«Toca a los maestros hacer conocer a los niños el valor del trabajo, para que sepan apreciar el valor de las cosas.»
«Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra».
«Enseñar es hacer comprender; es emplear el entendimiento; no hacer trabajar la memoria»
«El maestro de niños debe ser sabio, ilustrado, filósofo y comunicativo, porque su oficio es formar hombres para la sociedad»
«Nadie hace bien lo que no sabe; por consiguiente nunca se hará República con gente ignorante, sea cual fuere el plan que se adopte.»
¿Por qué Simón Rodríguez no volvió nunca a Venezuela?
El Presidente, general Carlos Soublette, uno de cuyos ministros era el general Rafael Urdaneta - ambos figuras centrales de la guerra de independencia - le invitó al maestro a retornar a la patria. El propio Rodríguez se lo cuenta a su amigo, el obispo Pedro Antonio torres: « Una respuesta que me dan de la Nueva granada, es una orden del gobierno de Venezuela para que me envíen a mi tierra. Yo no voy allá. Tanto se acuerda el Presidente de mí, como Su Santidad de usted. » No sólo se niega a viajar, sino que teme le fuercen a ello: « Siempre hay que felicitarme: sólo tendrá usted que borrar Caracas y poner Bogotá; porque somos mortales, y hallando las monjas entre los papeles de usted enhorabuena para Venezuela, puede que se presenten al obispo y me hagan seguir mi derrota con costas, costos, daños y perjuicios. Los tiempos no están para andarse por las ramas. ¡Dios nos libre de la justicia humana! ». ¿Volver a Caracas, viejo, aparentemente derrotado por las circunstancias, sin saber a qué iría, y con el mal recuerdo por el rechazo de sus ideas en 1794, y el fracaso de la revolución de Picornell en que anduvo comprometido? Regresar no es avanzar. ¿Y a una Venezuela sin Bolívar?
Bibliografía
Rumazo González, Alfonzo; "Ideario de Simón Rodríguez"; Ediciones Centauro; 1980; Caracas; Venezuela.

Universidad Nacional Expeimental Simón Rodríguez. Núcleo Palo Verde.
Trabajo: SIMÓN RODRÍGUEZ: MAESTRO DE ÁMERICA.
VENEZUELA, CARACAS, JUNIO, 2006
CARACAS, JUNIO, 2006

GUÍA DE ESTUDIO PARA HISTORIA MODERNA DE OCCIDENTE

GUÍA DE ESTUDIO PARA HISTORIA MODERNA DE OCCIDENTE
MODULO 1: LA ILUSTRACIÓN.

En 1500 encontramos al mundo dentro de un marco cultural limitado por que habían comenzado a surgir algunas peculiaridades en torno al pensamiento de la época. Por ejemplo: Antes de este momento se tenía la creencia de que Dios gobernaba por completo al mundo y al hombre, y no será hasta la llegada de ciertos pensadores cuando se realizaron algunos descubrimientos importantes:
1. Que la Tierra no era plana sino redonda (Cristóbal Colón).
2. Que las cosas permanecían en la tierra no por la gracia divina sino por la fuerza de gravedad (Isaac Newton).
3. Que la Tierra no era el centro del universo y que todos los planetas no giraban en torno a ella, sino alrededor del Sol (Nicolás Copérnico).
4. Que la Tierra y los planetas se sostienen no sobre tortugas ni gigantes sino gracias a la fuerza gravitacional de los planetas (Galileo Galilei).
En Europa los cambios culturales y científicos van desencadenando una serie de hechos políticos que terminarían por transformar al mundo. Algunos de esos hechos fueron:
1. La Ilustración y la Enciclopedia.
2. La Revolución Francesa.
3. La separación de los colonos y la fundación de las Trece Colonias inglesas en Norteamérica.
4. La Revolución Industrial.
5. La Independencia de las colonias españolas en Hispanoamérica.

MODULO 2: ILUSTRACIÓN Y ENCICLOPEDIA.

La Ilustración es el periodo de la historia que va de 1600 a 1700 y que provoca los cambios fundamentales en el pensamiento político, económico y religioso del mundo.
Este movimiento de ilustración consistía en que la mayor parte de la burguesía podía tener acceso a los conocimientos de la época, por eso cuando un hombre tenía los conocimientos se le decía Ilustrado. Todos estos conocimientos fueron llegando hasta los Reyes y Soberanos quienes se convirtieron en Reyes o Monarcas Ilustrados.
Los principales pensadores de la Ilustración son:
1. Adam Smith con su libro La Riqueza de las Naciones que tenía como fin explicar el comportamiento de la vida económica de las naciones. Con él se creó el Liberalismo Económico, cuyo lema era Lesse Feer, Lesse Passe (Dejar hacer, dejar pasar). La teoría de Smith proponía que en cuestiones económicas se debe dejar actuar a la naturaleza (la mano invisible), ya que ella mantiene el orden de todas las cosas.
2. El Mercantilismo: era una teoría económica que establecía que la riqueza de una nación residía esencialmente en la acumulación de piedras y metales preciosos. Una nación sería más rica en la medida de que se acumularan los metales preciosos.
3. Las teorías de Galileo y Copérnico que derribaban las viejas creencias de que la tierra era el centro del universo; creencias que fueron desechadas gracias al uso del telescopio.
4. La comprobación de que la Tierra no era plana sino redonda gracias a los viajes de circunnavegación de Cristóbal Colón y otros navegantes.
5. La aparición de textos escritos por grandes filósofos como Voltaire, Bacón, etc., quienes cambiaron el modo de pensar de las personas al cuestionarse la omnipotencia de Dios sobre todas las cosas.
LA ENCICLOPEDIA
La Enciclopedia es un conjunto de libros que fueron editados hacia 1700 y que contenían los conocimientos más relevantes de la época en el ámbito de la economía, la política, la filosofía, las matemáticas, física y química. Esta obra constaba de 32 tomos que fueron distribuidos en los países europeos y aunque su intención era la de propagar las ideas, en realidad lo que ocasionó fue:
1. Revoluciones y derrocamientos en Holanda, Bélgica, Dinamarca, Noruega, pero sobre todo, en Francia.
2. Aumento de los sentimientos imperialistas en las principales potencias europeas como Inglaterra que se dedicó a intervenir en países como China, país donde ocasionó la guerra del Opio y la de los Boxers.
3. Alentó también una mayor investigación de las principales áreas culturales al lograr que los científicos y filósofos accedieran más rápidamente a los descubrimientos.
4. Alentó los movimientos independentistas de los siguientes países:
A) Las Trece colonias inglesas en Hispanoamérica (1776).
B) Argentina (1827) .
C) México y todas las demás colonias españolas en Hispanoamérica.
MODULO 3: REVOLUCIÓN FRANCESA.

La Revolución Francesa marca el fin de la Edad Moderna y marca el inicio de la Edad Contemporánea, porque será después de ella que el hombre entra de lleno en una etapa de modernidad donde ya no se sostienen tan fácilmente los gobiernos monárquicos y la humanidad comienza a rebelarse ante todos los abusos que se cometen contra ella.
MARCO HISTÓRICO
Para la década de 1780 en Francia, la situación había llegado a tal estado de pobreza que al rey Luis XVI no le quedaba otra salida más que la de aumentar los impuestos y la carga fiscal por lo que el descontento se hizo general y para evitar un levantamiento armado, el rey fue a presionar para convocar a una Asamblea de Estados Generales.
Los Estados Generales estaban formados de la siguiente manera:
1.-El Primer Estado o de la Nobleza.
2.-El Segundo Estado o del Clero.
3.-El Tercer Estado o de la Burguesía.
Sin embargo, estos estados generales se tuvieron que convertir en Asamblea Legislativa para poder proponer leyes que remediaran la situación económica; pero el Tercer Estado no estuvieron de acuerdo con la función de los otros dos estados y por ello decidió sesionar aparte y convertirse en una Asamblea Constituyente cuyo fin era promulgar una constitución para derrocar al Rey y al grupo de aristócratas.
Por lo anterior el pueblo se levantó en armas y tomó la cárcel de la Bastilla el 14 de junio de 1789 iniciando así la Revolución Francesa. El rey Luis XVI tiene que reconocer al nuevo régimen aceptando con ello el fin del absolutismo. Muy pronto se extiende la revolución al campo y las ciudades ocurriendo desordenes callejeros, saqueos de feudos y asesinatos de nobles.
La Asamblea Constituyente realiza las siguientes obras
1.-Abolición de los privilegios del clero y supresión de los títulos nobiliarios (igualdad civil).
2.-La Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano: Reconocía derechos naturales e inalienables como la libertad, la propiedad privada, la seguridad, la igualdad civil y la libertad de prensa.
3.-Otras reformas: División del reino en 83 departamentos; se estableció el matrimonio civil; se creó el Registro Civil y se nacionalizaron los bienes del clero.

MODULO 4: HECHOS SOBRESALIENTES DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA.

En 1790 se promulga la constitución civil del clero, que subordinaba a la iglesia francesa al Estado y cambiaba las estructuras religiosas.
En junio de 1791 se fuga el rey Luis XVI pero es capturado en Varennes siendo regresado a París; Austria y Prusia apoyan al rey.
En septiembre de 1791 se proclama la constitución adoptándose la Monarquía Constitucional y la división de poderes. Se disuelve la Asamblea Constituyente y se elige una Asamblea Legislativa, integrada por conservadores y radicales.
En 1792 Francia entra en guerra con Austria y Prusia; el manifiesto del duque de Brunswick provoca la insurrección parisina y el rechazo de la invasión. Ese mismo año es abolida la monarquía y se proclama la primera República Francesa, pero debido a la guerra interna y externa se crea la Convención Revolucionaria, integrada por los jacobinos, los girondinos y el centro.
En enero de 1793 es ejecutado Luis XVI y la familia real, esto ocasionó la creación de una coalición antifrancesa formada por Inglaterra, Prusia, Rusia, Austria, España y Holanda. Ante esta situación se instala la Dictadura del Terror presidida por Dantón y Robespierre.
En 1794 cae el Régimen del Terror triunfando el partido de los Giordinos.
En 1795 se promulga la nueva constitución que adoptó como forma de gobierno el Directorio, integrado por cinco directores. Durante el Directorio termina la guerra civil, pero continua la guerra con Europa, destacando los triunfos de Napoleón Bonaparte en Italia.
Los resultados de la Revolución Francesa fueron los siguientes
1.-Desaparición del antiguo régimen político y social.
2.-Triunfo de la burguesía en todos los campos.
3.-Desaparición del feudalismo.
4.-Difusión de las ideas de igualdad, democracia y nacionalismo.
5.-Introducción del Servicio Militar obligatorio.
6.-Incremento del comercio y mejora de la educación.
7.-Influencia en la independencia hispanoamericana.

MODULO 5: LA ERA NAPOLEÓNICA.

Napoleón defendió a la Convención y fue apoyado por el Directorio. En 1799 regresa a Francia y da un golpe de Estado creando una nueva forma de gobierno: el Consulado. En poco tiempo establece una dictadura; centraliza la administración, elimina la oposición y crea una policía secreta y controla la prensa.
La obra política de Napoleón fue la siguiente;
1.-Concordato Pío VII-Napoleón en 1801; Arregla la relación Iglesia-Estado.
2.-Reforma Legal; Expedición de los Códigos Civil o Napoleónico, de Procedimientos Civiles y Criminales, Penal y Comercial.
3.-Mejoramiento de las finanzas; Equilibra el presupuesto, mejora la captación de impuestos, introduce el franco como moneda nacional y funda el Banco de Francia.
4.-Progreso Educativo; Reorganiza y centraliza el Sistema Educativo bajo el control del Estado; impulsa la educación técnica y profesional.
5.-Obra material; Impulsó la agricultura y realizó obras públicas.
Sin embargo, Napoleón tuvo dos fracasos; la independencia de Haití y la venta de Luisiana a Estados Unidos.
En 1801 Francia firma la paz con Austria en el Tratado de Luneville y al año siguiente se firma la paz de Amienz con Inglaterra.

EL IMPERIO NAPOLEÓNICO
En 1802 Napoleón se autonombra Cónsul Vitalicio, reafirmando su dictadura. En 1804 se crea el Imperio de Francia bajo el titulo de Napoleón I. Durante el imperio se conservan las ventajas sociales (igualdad civil) pero se forma una nueva nobleza.
Las campañas de Napoleón fueron las siguientes;
1.-En 1803 se reinicia la guerra contra Inglaterra.
2.-En 1805 la armada francesa es derrotada por los ingleses en la batalla de Trafalgar. En respuesta Napoleón boicotea comercialmente a los ingleses.
3.-En 1806 se crea la Tercera Coalición antifrancesa, la cual es derrotada por Napoleón con sus triunfos en las batallas de Ulm, Austerlitz, Jena y Friedland.
4.-El año de 1808 marca la culminación del imperio Napoleónico ya que éste ejerce una hegemonía sobre Europa al suprimir al Sacro Imperio Romano; difunde las ideas revolucionarias en los pueblos conquistados.
5.-En 11807 Napoleón invade Portugal y al año siguiente ocupa España otorgándole el trono a su hermano José.
6.-En 1809 Francia derrota nuevamente a los austríacos en la batalla de Wagram; al año siguiente se casa con María Luisa de Austria.

DECADENCIA DEL IMPERIO NAPOLEÓNICO
A partir de 1809 se inicia la caída del imperio, entre otras causas por
La declinación intelectual y militar de Napoleón.
El carácter mixto del ejército francés.
El nacionalismo europeo, y
La oposición inglesa.
En 1812 Napoleón emprende la invasión a Rusia; avanza hasta Borodino y llega a Moscú pero el invierno ruso y la negativa del Zar Alejandro Y culminaron en un desastre francés.
En 1813 Napoleón es derrotado en Laipzing siendo exiliado a la isla de Elba mientras que Luis XVIII era restaurado en el trono de Francia.
En 1815 Napoleón escapa de Elba para regresar a Francia y formar su imperio de los Cien días. Se forma la VII coalición antifrancesa que derrota a Napoleón en Waterloo. Napoleón es desterrado a la isla de Santa Elena donde muere en 1821.

MODULO 6 : LA INDEPENDENCIA DE LAS 13 COLONIAS INGLESAS EN NORTEAMERICA.
ANTECEDENTES.
Durante el siglo XVII, Inglaterra fundó las 13 colonias en Norteamérica. Los colonos llegaron de Europa con ideas de justicia, gobierno local y libertad, debido a que en su país habían sido objeto de persecución.
Cada una de las colonias tenía independencia política y económica y aunque había algunas diferencia religiosas y sociales, tenían muchos intereses comunes.
El primer antecedente de la independencia fue la llamada Guerra de los 7 años (1756-1763), sostenida entre Francia e Inglaterra, triunfando ésta última.
CAUSAS
1. Consecuencia del Tratado de París.
2. Régimen autocrático del rey inglés Jorge III.
3. Monopolio comercial e industrial inglés.
4. Crisis económica inglesa que trataron de resolver imponiendo cargas económicas a las colonias.
5. Política fiscal inglesa : Ley del azúcar, Ley del Timbre, Leyes arancelarias y Ley del Té.
DESARROLLO DEL CONFLICTO
En 1770, el ejército inglés realiza la matanza de Boston.
En 1773 ocurre el incidente del Té donde colonos disfrazados de indios arrojan al mar un cargamento de té inglés.
En 1774 se reúne en Filadelfia el Primer Congreso Continental que público una declaración de derechos naturales.
En 1775 se reúne el Segundo Congreso Continental donde se elige a Jorge Washington como jefe del ejército norteamericano.
En 1776 se reúne el Tercer Congreso Continental que publica la declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, el 4 de julio.
LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
Al iniciar la güera, el ejército inglés se impuso en Carolina del Sur, New York y Nueva Inglaterra.
En 1777 los independentistas ganaron la batalla de Saratoga, hecho que les levantó la moral.
En 1778, Francia decide ayudar a los norteamericanos para vengarse de Inglaterra.
En 1781, termina la guerra con la batalla de Yorktown y la derrota de los ingleses.
RESULTADOS
1. Impulsó las ideas de libertad y de derechos naturales del hombre.
2. Impulsó la industria y la agricultura.
3. Surgió el nacionalismo y decayó el absolutismo.
4. En Inglaterra triunfó el partido WHIG o liberal.
5. Influyó en la Revolución Francesa.
6. Influyó en la Independencia de las colonias hispanoamericanas.

MODULO 7 : ANTECEDENTES Y CAUSAS DE LA INDEPENDENCIA DE HISPANOAMERICA.
LA ADMINISTRACIÓN COLONIAL
A) El Consejo de Indias : Organismo que servía al Rey de España en el manejo y control de las colonias de ultramar. Sus funciones eran administrativas, legislativas y judiciales.
B) Los Virreinatos : El Virrey era el principal funcionario de la colonia española ; era el representante personal del Rey. Su función era nombrar a los funcionarios, decretar ordenanzas, fundar pueblos, supervisar las finanzas e impulsar al cristianismo.
C) Las Capitanias Generales : era una unidad política independiente de los virreinatos pero con similares funciones.
D) La Comandancia General : Unidad política ubicada al Norte de la Nueva España. Comprendía las provincias de Texas, Nueva Vizcaya, Nuevo México, Coahuila y Sonora.
E) Las Audiencias : Instituciones de carácter judicial, administrativo. Eran el tribunal superior en cada jurisdicción. Uno de sus propósitos fue limitar el poder virreinal.
F) Las Intendencias : Se encargaban de los ingresos, regulaban el comercio y controlaban la agricultura y la minería.
G) El Puerto de Sevilla : Era el único lugar a donde llegaban todas las mercancías provenientes de las colonias.
CAUSAS DE LA INDEPENDENCIA
a) La población : La composición racial de las colonias era de españoles peninsulares, españoles continentales, criollos, indios, mestizos, negros y mulatos. Había una profunda discriminación racial pero la más importante era la rivalidad entre los criollos y los españoles ya que los primeros querían llegar al poder.
b) Monopolio Comercial Español : La corona impuso trabas al comercial intercolonial : Existían pocos puertos y las colonias no podían comerciar entre sí ya que todos sus productos debían ir a España al puerto de Sevilla.

MODULO 8 : LAS GUERRAS DE INDEPENDENCIA.

INDEPENDENCIA DE HAITI
Desde el siglo XVII era una colonia francesa de gran prosperidad económica, situación que contrastaba con la discriminación racial y el esclavismo de negros y mulatos. En 1794 estalló una rebelión de esclavos encabezada por Toussaint L’Overture que triunfa en 1801. Al año siguiente, Francia reconquista la isla. Pero en 1803 se inicia una nueva rebelión dirigida por Juan Jaques Dessalines quien proclama la independencia en 1804.
Los demás movimientos de independencia fueron los siguientes :
a) Argentina en 1810 gracias a José de San Martín.
b) Paraguay en 1815.
c) Uruguay en 1830.
d) Chile en 1818 gracias a José de San Martín y Bernardo O’Higgins.
e) Colombia en 1819 gracias a Simón Bolívar y Antonio José de Sucre.
f) Venezuela en 1821 gracias Bolívar y Sucre quienes ganaron la batalla de Carabobo.
g) Perú en 1821 gracias a Bolívar, Sucre y San Martín quienes ganaron la batalla de Ayacucho.
h) Ecuador en 1822 gracias a Sucre y San Martín quienes ganaron la Batalla de Pichincha.
i) Brasil : Antes de la invasión francesa a Portugal, el rey Juan VI se traslada a Brasil pero en 1820 se ve obligado a regresar a Portugal dejando a su hijo Pedro como regente de Brasil. Debido a diferencia entre la metrópoli y la colonia Pedro lanza el grito de Ypiranga en 1822 proclamando la independencia del país bajo el título de Pedro I, emperador de Brasil.

GUÍA DE ESTUDIO NO 1

GUÍA DE ESTUDIO NO 1

Identificar los elementos fundamentales que intervienen en el devenir sociohistórico y político de la Independencia Venezolana

I Antecedentes
Movimientos Pre-Independentistas
Negro Andresote
Gual y España
José Leonardo Chirinos
Francisco de Miranda

II Sociedad Colonial Venezolana
Organización Social sobre la Base del Origen Étnico y la Riqueza
Características de la Sociedad Colonial en cuanto a la estratificación social, clases sociales, calidades, exclusión, entre otros.

III Organización Política de las Colonias Hispanoamericanas
Real Audiencia, Casa de Contratación, Capitanía General, Virreinato, Cabildo, Compañía Guipuzcoana, entre otros.

IV Organización Económica
Modo de Producción
Terratenientes
Mano de obra esclava
Explotación, extracción de perlas
Comercio, cacao, café, piedras preciosas

V Situación Socio-Política en Venezuela
Enfrentamientos entre blancos criollos, blancos peninsulares, pardos, negros, por cuestiones políticas, militares y sociales,
Papel de las Autoridades Coloniales


VI Situación Política en Europa
Invasión Napoleónica a España.
Deposición de Fernando VII
Crisis del Imperio Español

VII Declaración de la Independencia de Venezuela
19 Abril de 1810
05 de Julio de 1811 Firma del Acta de Independencia.
Constitución de 1811 Primera República

Francisco de Miranda (1750 – 1816).

Francisco de Miranda (1750 – 1816).

"Mis únicos objetivos son y serán siempre promover la felicidad y la prosperidad de mi propio país excesivamente oprimido".
"Lograr el bienestar de la patria es la cúspide de la felicidad humana".
* "Entre las diversas maneras de matar la libertad, no hay ninguna más homicida para la república que la impunidad del crimen o la proscripción de la virtud".
* "La tiranía no puede reinar sino sobre la ignorancia de los pueblos".
* "Jamás he creído que pueda construirse nada sólido ni estable en un país, si no se alcanza antes la independencia absoluta".
* "El verdadero carácter de un patriota consiste en ser obediente a las leyes de su país y miembro útil de la sociedad a la que pertenece".
* "El trabajo y la moral son las bases fundamentales sobre las que reposa el sólido sistema de la libertad".

Francisco de Miranda. Concepción universal del mundo y de su tiempo. Arquetipo del quehacer libertario. Fabricante de sueños. Su gran proyecto: ver libre a todo el Continente Hispanoamericano. Integrar política, cultural y económicamente el extenso territorio comprendido entre el Missisippi y el cabo de Hornos. Venezuela, epicentro para encender la antorcha libertaria del ámbito americano libre, integrado por las colonias españolas. Así surge la idea, en 1790 de Colombeia, con cuyo nombre quiso honrar al descubridor Cristóbal Colón. Francisco de Miranda: Hombre trascendental. Trashumancia que ha hecho leyenda en hermoso transitar allende los mares.
Fue el primero - que conozca la historia- en plantear la necesidad de una Hispanoamérica unida y también el primero que habló al mundo en nombre de América. Concibió a Hispanoamérica como una gran Nación. Aporte trascendental, aún vigente, en la historiografía regional. Un pensamiento político y filosófico de proyecciones inconmensurables que habría cambiado el curso de la historia de los pueblos americanos y su relación planetaria.
El caraqueño Sebastián Francisco de Miranda Rodríguez (1750-1816) provenía de un mestizaje; hijo del español (de origen canario) Sebastián de Miranda Ravelo y de la venezolana Francisca Antonia Rodríguez de Espinoza, lo cual, acaso, le permitió enfrentarse con extraordinaria facilidad a escenarios que le abrieron las puertas para participar no sólo en ambientes sociales y culturales, sino, en las luchas revolucionarias que ocurrían en tres Continentes. Con extraordinaria sagacidad incursionaba en procesos políticos que aún cuando le eran ajenos en la distancia, no lo eran para la obtención de sus fines revolucionarios: lograr recursos para liberar del dominio español a los pueblos hispanoamericanos.
Políglota. Hablaba, además de su lengua madre, el español: francés, inglés, alemán, ruso, conocía suficientemente el árabe y el italiano, traducía del latín y griego. Amante de las artes, de fino y agudo oído para la música, no sólo para escucharla sino también para ejecutarla; siempre se hacía acompañar por su flauta, que tocaba con maestría y sensibilidad. Su biblioteca, superior a los 6 mil volúmenes, estaba conformada por una diversidad bibliográfica, que para el momento era considerada una verdadera joya o patrimonio. Además de sus documentos conformados por cartas y otros textos, contenía libros de distintas épocas, diarios, mapamundis, planos de batallas, prospectos medicinales, proyectos de leyes, constituciones e, incluso, misivas de amor. Leía con apasionada voracidad en sus años mozos a Montesquieu, Rousseau, Voltaire, Locke, Buffon, Lalande, Humbolt, Hume, Diderot. En su peregrinar por España, a los 21 años de edad, ocultamente hace circular libros que por su contenido les consideraban prohibidos.
La educación de Miranda, como por designios históricos, estaba centrada en la formación de un soldado culto. De un hombre nuevo para su tiempo. De un ser que por su bagaje cultural era capaz de empuñar las armas al grado extremo como guerrero y como conductor de batallas. Pero, también, contar con la instrucción y conocimientos que requiere un estadista. Un filósofo o, un sabio. Es así como se inclina por el aprendizaje de idiomas que le permiten una amplia cosmovisión en el tiempo y espacio. Aprende francés para entrar en las profundidades de las ciencias y los derechos humanos e inglés para ampliar su acceso al conocimiento. Figuran además materias como matemáticas, filosofía, derecho de gentes, arte de la guerra, historia y Bellas Artes, entre otras.
Miranda, era un hombre exquisito que por su cultura e intelecto se relacionaba y llamaba la atención de personajes de la talla de George Washington, Alexander Hamilton, Thomas Paine, William Pitta, O´ Higgins, Sucre, Catalina de Rusia, Dantón, San Martín ; se le compara a Tomás Jeffreson, el gran humanista los Estados Unidos. Napoleón, dijo: “A ese hombre le arde en el pecho el fuego sagrado del amor a la libertad”. El Libertador Simón Bolívar, lo llamó “… el más ilustre colombiano…” . Su nombre está grabado en el Arco del Triunfo en París. Su retrato forma parte de la galería de los Personajes en el Palacio de Versalles; su estatua se encuentra frente a la del general Kellerman en el campo de Valmy.
Sabio proyecto. Partir de las luchas independentistas de Venezuela, para encender la llama de la libertad y la unión de América. Surge así, en 1790, la creación de un gran proyecto Estado americano libre, que nuclearía a las colonias españolas: Colombeia.
Ideó Miranda un territorio integrado desde el Misissippi hasta el cabo de Hornos. Le dio estructura de monarquía y estableció mecanismos de poder para su conducción político-administrativa. Forma de gobierno que combinaba una visión ancha del mundo con integración regional. Observadores políticos e historiadores, al ahondar en estudios sobre la figura de este insigne venezolano y su proyecto revolucionario, le atribuyen el don de haber sido para su momento el hombre de armas mejor formado en el campo de las letras y uno de los más lúcidos pensadores políticos del Hemisferio. “Poner la fuerza –como en cierto modo ya había insinuado Pascal- al servicio del derecho y la justicia. Los pueblos que aspiran a la libertad no tienen, a su parecer, ninguna necesidad de militares cegatos ni de civiles ineficaces. Necesitan de filósofos que no luchen más que por la conquista o la defensa de las libertades…”.
Sus biógrafos dan cuenta que nuestro personaje inicia sus estudios a los doce años de edad en la Universidad de Caracas. Cursa “Clases de Menores” que comprendía dos años de latín, Gramática y Catecismo. Entre 1764 y 1766 estudia “Clases de Mayores”: latín a través de lecturas de clásicos de Virgilio y Cicerón; además de nociones de historia, religión, aritmética y geografía. Luego estudia Artes, complementando esa información con nociones de lógica, física y metafísica. Obtiene el título de Bachiller en 1767.
Decide Miranda antes de cumplir los veintiún años de edad, en 1771, partir para España con el objeto de servir en el Ejército Real. Desde allí inicia un periplo apasionante que le dan a su vida un accionar revolucionario por tres continentes ( Africa, Europa y América). Un sentido de trascendencia que raya en lo legendario y novelesco marca sus andanzas. Viajes, pasiones políticas, hazañas propias de la guerra, persecuciones, honores, temores precedidos de testamentos, interminables antesalas, palacios reales, burocracias a veces solidarias, a veces indiferentes, lecturas interminables, ilusiones, sueños y pesadillas productos de incertidumbres, cárceles y aventuras amorosas. En ese interminable deambular tras la brújula de la historia, Miranda conoce capitales, frecuenta pensadores, artistas y reyes. Conversa sobre derechos humanos con Thomas Paine, de filosofía con el Abate Raynal, toca la flauta con Joseph Haydn, o disfruta hablando de literatura con Gustavo II de Suecia. Su presencia es disputada en los salones de las cortes. Habla de la América Exótica. Crea emociones al referirse con especial atracción a las guerras libertarias. Sus audaces ideas asombran a los políticos más importantes. Doblega el alma de banqueros y ministros de finanzas.
Todo ese mundo lleno de mágicas vivencias, con extraordinario sentido de la historia nos lo lega Francisco de Miranda, en 14 mil 740 páginas, publicadas en su mayoría bajo el título de Colombeia.
Este hombre participa en tres de los acontecimientos más importantes de la Historia Universal contemporánea: La Revolución Francesa, la Independencia de los Estados Unidos de América, y la revolución de Independencia de Hispanoamérica.
Su carrera militar comienza en 1772 como Capitán del regimiento de Infantería de la Princesa, nombrado por el Rey Carlos III de España. En esa actividad incesante de la milicia pasa el siguiente año a las tropas españolas en el Norte de Africa. Allí le toca participar en la defensa de Melilla (1774-1775) contra las fuerzas del Sultán de Marruecos y en la expedición contra Argel (1775). Es nombrado capitán del Regimiento de Aragón y Edecán del General Juan Manuel Cajigal, a quien luego acompaña en 1781 con las tropas españolas, que refuerzan el sitio puesto a la plaza de Pensacola, que estaba ocupada por los ingleses en la Florida Occidental de los Estados Unidos.
Colombeia. El proyecto integrador. Después de Pensacola, en plena efervescencia de la Independecia de los Estados Unidos, Miranda ( con 31 años de edad) recorre lugares importantes de los Estados Unidos para conocer in situ la forma como se propaga la democracia racional. Presenta a George Washington, Alexander Hamilton, Thomas Paine y Gilbert de La Fayette, su primer proyecto de independencia para todo el Continente Hispanoamericano.
Se trata de la concepción de una América unida (desde el Misissipi hasta Cabo de Hornos), algo más del 60 por ciento del territorio de ese Continente. Un gran Estado multinacional y multiracial en el que convivirían pacífica y fraternalmente pueblos, idiomas, cultura y credos diversos.
A Juicio de su biógrafo ruso, Miguel Grigulievich Lavretzky, Miranda “se destaca como el primer estadista hispanoamericano a escala continental”. Estamos frente a un visionario, un revolucionario que consagra su vida y obra a la libertad del hombre. A la preservación y defensa de los derechos fundamentales del ser humano, dándole proyección universal a las luchas libertarias de su patria. El historiador venezolano José Luis Salcedo Bastardo, indica que “hasta antes de Miranda no se encuentra un concepto claro y total de América”. José Luis Abellán, en la Idea de América: origen y evolución, considera a Miranda uno de “los más puros ejemplares de la cultura americana” junto a José Martí y Sor Juana Inés de la Cruz. Para otros historiadores y analistas políticos este trashumante guerrero: conjugó perfectamente su universalidad con el más hondo amor a su tierra: América.
El proyecto mirandino (su Colombeia) establece la formación de una Monarquía presidida por un Emperador que llevaría el título de Inca. Propone un gran Estado que estaría constituido por un Poder Ejecutivo formado por dos Incas que nombrarían los cuestores, ediles y censores encargados, respectivamente, de la administración pública, la construcción de caminos, la instrucción y el censo.
El Poder legislativo estaría integrado por dos Cámaras: la Alta, o de caciques, sería vitalicia y designada por el Ejecutivo; y la Baja o de los Comunes sería elegida por los ciudadanos cada cinco (5) años. Una Alta Corte Nacional sería nombrada por el Ejecutivo; los demás jueces, en los Comicios Provinciales. Funcionarían los juicios por jurados conforme a lo estatuido en Inglaterra y los Estados Unidos de América.
La Religión Católica será considerada como religión nacional y la jerarquía del clero la determinará un Concilio Provincial.
El proyecto de Miranda posee influencias de la Constitución de Inglaterra. Además se inspira en instituciones de la antigua Roma. La utilización de términos indígenas acentúa sus propósitos hispanoamericanista.
El 22 de diciembre de 1797, firma con Pablo de Olavide, la llamada Acta de París. Allí se establecen acciones contundentes para propiciar la independencia de Hispanoamérica y se gestiona el respaldo británico y norteamericano.
Miranda, al referirse a los 300 años de coloniaje lanzó esta contundente declaratoria sobre los principios fundamentales de una sociedad: “ La conservación de los derechos naturales, y, sobre todo, de la libertad de las personas y seguido de los bienes, es incuestionablemente la piedra fundamental de toda sociedad humana, bajo cualquier forma política en que esta sea organizada”.
El Acta de París refleja todo un conjunto de ideas filosóficas maceradas a través del tiempo. Miranda fue poco a poco acumulando luces de pensadores e ideólogos en su largo peregrinar por el mundo. Intercambiando sueños y esperanza con compatriotas en furtivos encuentros e interminables charlas. Ahora, producto de sus profundas reflexiones e inspiraciones, las presenta como instrumento para materializar la unidad de los pueblos hispanoamericanos.
El texto señala en su primer artículo:
“Las colonias hispanoamericanas, habiendo resuelto en su mayor parte proclamar su Independencia y asentar su libertad sobre bases inquebrantables, se dirigirán con confianza a la Gran Bretaña, invitándola a apoyarlas en una empresa tan justa como honorables. En efecto, si en estado de paz y sin ninguna provocación Francia y España han favorecido y proclamado la Independencia de las angloamericanas, cuya opresión seguramente no era tan vergonzosa como las de las colonias españolas, Inglaterra no vacilará en colaborar en la Independencia de las colonias de América Meridional, en momentos en que se encuentra empeñada violentamente en una guerra contra España y contra Francia. Y esta última mientras alardea de reconocer la soberanía y la libertad de los pueblos, no se avergüenza de consagrar, por los Artículos II y XV del Tratado de Alianza ofensiva y defensiva con España, la esclavitud más absoluta de casi 14 millones de habitantes y de su posteridad; y esto con un espíritu de exclusión tanto más odioso, cuanto que afecta proclamar para todos los demás pueblos de la tierra, el derecho incontestable de darse la forma de gobierno que les parezca.”

El Acta de París consta de 18 Artículos. En ellos se establecen los pasos que deben darse para lograr su consolidación. Un proyecto fundamental. La Obra cumbre. El gran sueño que no se llegó a cumplir. Estaba firmada además de Miranda y “de Olavide”, por el peruano José del Pozo y Sucre y por el chileno Manuel José de Salas.

El texto plantea un abordaje global del problema y presenta alternativas de solución, a las dificultades coyunturales. Señala en consecuencia, que se plantea:

“Un tratado de alianza semejante al que Su Majestad Cristianísima ofreció a los Estados Unidos de América, debe servir de modelo para cimentar esta importante transacción, con la diferencia, sin embargo, de que se estipularán, en favor de Inglaterra, Condiciones más ventajosas, más justas y más honorables. Por una parte la Gran Bretaña se comprometería a suministrar a la América Meridional una fuerza marítima y una fuerza terrestre con el objeto de favorecer el establecimiento de su Independencia sin exponerla a fuertes Convulsiones políticas. Por la otra, la América se comprometería a pagar a su aliada Inglaterra una suma considerable en metálico, no solamente para indemnizarla de los gastos que hubiere hecho por los auxilios prestados hasta la terminación de la guerra, sino también para que pueda liquidar una parte considerable de su deuda nacional y para saldar, de alguna manera, el Beneficio recibido por el Establecimiento de su Libertad, la América Meridional le entregaría, en ese momento, la suma de treinta millones de Libras Esterlinas”.
En cuanto a los requerimientos para combate, se precisaba, que : Las fuerzas marítimas que se pedían –en ese entonces- (a Inglaterra) no eran superiores a veinte navíos de línea. Y en cuanto a la fuerza de tierra, ésta constaría de unos ocho mil hombres de Infantería y dos mil de Caballería. Se enfatizaba en que la alianza defensiva que se establecería subsiguientemente, no se contemplaba apoyo marítimo, pues no habría necesidad de fuerzas de tierra. En esta hipótesis, la América pagaría su contingente por una suma en efectivo que representaría el Equivalente.
Detalla el Tratado:
“Una alianza defensiva formada por Inglaterra, los Estados Unidos de América y la América Meridional, está tan indicada por la naturaleza de las cosas, por la situación geográfica de cada uno de los tres países, por los Productos, la Industria, las Necesidades, las Costumbres y el carácter de esas tres naciones, que es imposible que esta alianza no tenga una larga Duración, sobre todo si se tiene el cuidado de consolidarla por la analogía en la forma política de los tres gobiernos, es decir por el goce de una libertad civil sabiamente entendida. Se podría aún decir con seguridad que es la única esperanza que le queda a la Libertad, audazmente ultrajada por las Máximas detestables que profesa la República francesa. Es el único medio que pueda todavía establecer un equilibrio de poder, capaz de contener la destructiva y devastadora ambición del sistema francés”.
Este Tratado con una gran visión de futuro se oponía al monopolio, entre las prerrogativas que se le concedían a Gran Bretaña por su apoyo a la revolución integradora de la Región, en el terreno comercial se definía -de manera precisa- el criterio antimonopólico que manejaba Miranda, y sus conocimientos acerca de una posible relación bilateral en materia de comercio, incluso, se habla de cifras de consumidores de productos europeos.

“Se celebrará con Inglaterra un Tratado Comercial concebido en los términos más ventajosos para la Nación británica, descartando, sin embargo, toda idea de Monopolio. Dicho Tratado le garantizará naturalmente, de un modo seguro, el consumo de la mayor parte de sus manufacturas, pues existe una población de cerca de catorce millones de habitantes que se visten de Manufacturas extranjeras y consumen una infinidad de artículos de lujo europeos. El comercio de Inglaterra obtendría además considerables beneficios de los frutos preciosos y de los abundantísimos productos de la América Meridional, distribuyendo esos artículos en las diversas naciones del mundo por medio de sus capitales y sus factorías. Las bases de ese Tratado serán tales que no prohibirán la introducción de ninguna mercancía”.
Poseían los redactores del Tratado un gran sentido histórico de su papel y la trascendencia en el porvenir. Al concebir las estrategias militares que debían realizar con los países aliados, especificaron: Las Operaciones militares en nuestro Continente así como las conversaciones que se tendrán a este respecto con Inglaterra y los Estados Unidos, referente a la colaboración que esas potencias nos suministrarán en calidad de aliados, para apoyar nuestra Independencia, serán confiadas, mientras dure esta guerra, a la Experiencia, talento y patriotismo de nuestro Compatriota y Colega Don Francisco de Miranda ….Los importantes servicios que ha rendido durante quince años a la causa de la Independencia de nuestra Patria le dan Derechos incontestables.
En cuanto a integración política de las naciones de la América Meridional (los virreinatos de México, Santa Fe, Lima y Río de la Plata; y las provincias de Caracas, Quito y Chile, entre otras) el Tratado advierte que: será necesario esperar, cuando se haya dado el Impulso de la América Meridional, la reunión de los diputados de esos diferentes países en Cuerpo y representativo, para poder tomar a ese respecto, las regulaciones definitivas y de conjunto.
El 12 de enero de 1798 llega Miranda a Londres y es recibido como célebre general francés del ejército revolucionario y representante plenipotenciario. Al día siguiente le recibe el Ministro William Pitt, pero Inglaterra ya no estaba en condiciones políticas de apoyar la independencia de las colonias españolas, sino de dilatar, en lo posible, las conversaciones.
Tiempo después Miranda, informó, que había entregado el original del Acta a Mr. Pitt, cuando se entrevistaron.. A Pitt le pareció muy importante el texto y le rogó se lo dejara. El creyó que aquello allanaría todas las dificultades que había enfrentado. Pero sucedió lo contrario: “ni yo tuve más respuesta en el asunto, ni pude recoger más este Papel interesante”, escribió.
Ilusión pospuesta, búsquedas infructuosas, signan al papel el proyecto de Colombeia.. Las gestiones para obtener ayuda y armar la operación libertaria resultan infructuosas. Pero no se rinde. La perseverancia lo acompaña. Su residencia en Londres, se convierte en lugar de obligatoria visita. Allí se concentra la preocupación por la libertad de América. Los más destacados hombre que conducirán luego la independencia en el Continente, son asiduos huéspedes por horas en fecundas charlas.
Entra en una edad que para el momento pareciera agotada. Sin embargo, la convicción por coronar los ideales está por encima de todo. En 1798, su madurez intelectual le permite trasmitir –ya con 48 años encima- sus sueños y esperanza a los libertadores de América, en cierne. Funda la Gran Reunión Americana, movimiento para fortalecer las luchas emancipadoras de América. Por su casa “el Punto Fijo para la independencia y libertades del continente colombiano” como él la había bautizado, pasaron los apóstoles de la Revolución Americana. Los posteriores libertadores que le dieron dignidad a sus pueblos.
En esta especie de “célula” o centro de red conspirativa en la que convergían compatriotas del Continente que buscaban en Europa, nutrirse de nuevas ideas políticas, sus protagonistas con Miranda a la cabeza, establecieron un juramento que marcaba el rumbo de los cambios que preconizaban para sus naciones.
“Nunca reconoceremos por gobierno legítimo de nuestra patria, sino aquel que sea elegido por la libre y espontánea voluntad del pueblo; y siendo el sistema republicano el más adaptable al Gobierno de las Américas, propondremos, por cuantos medios estén a nuestro alcance, a que los pueblos se decidan por él”.
Existía un importante vinculo de la masonería con estos hombres que pasaban por la casa de Miranda en Londres. Él, como masón, poseía marcada influencia en esa hermandad y, de alguna manera, servía de puente para que la relación se produjera. Por ejemplo Miranda dio a Bernardo O´Higgins su espíritu reformador que luego el Libertador chileno aplicaría en su país. Haciendo las veces de maestro Miranda decía: “Ningún pueblo sin filosofía y gran instrucción puede preservar su libertad”.
No cabe duda, apuntan los investigadores, que O´Higgins, con las enseñanzas que recibió en Londres, asume en 1810, la idea de independizar a Chile en forma absoluta y darle una Constitución liberal como las que nacían en los países más avanzados del mundo.
De esa escuela de Miranda en Inglaterra, se alimentaron revoluciones como la del 19 de abril de 1810 en Venezuela; Buenos Aires, 25 de mayo; Bogotá el 20 de julio; y Chile el 18 de septiembre. Demostrándose así que, aún cuando la idea de la Colombeia, continúa presente en el pensamiento contemporáneo latinoamericano. Sí, generó, una empresa integradora que materializó la libertad hispanoamericana.


Francisco de Miranda: la construcción política de una patria continental
Carmen Bohórque

Consagró una gran parte de su vida a tratar de hacer realidad la emancipación de las colonias hispanoamericanas y que por la anticipación de sus esfuerzos se le considera hoy el precursor por antonomasia de tal iniciativa.

ideas políticas
Tesis de la unidad continental americana.

el pensamiento político de Miranda se sitúa enteramente en el marco de las referencias fundamentales de la Ilustración: la preeminencia de las virtudes de la razón, el orden como fuente de bienestar y la fe en el progreso ilimitado del hombre.

Persuadido de que sólo la razón puede conducir a la humanidad hacia la perfección, Miranda va a rechazar toda vía en la cual no sea posible establecer un principio conductor de la acción: «Todo lo que es muy exaltado dura poco o quema y destruye con la violencia»
Miranda establece como base de todos sus planes de gobierno y de sus proyectos constitucionales, la noción de ‘libertad racional’. Queriendo significar con ello una libertad subordinada al orden, única garantía de bienestar permanente y de progreso constante en una sociedad. De allí que expresiones tales como ‘libertad sabiamente entendida’, ‘gobierno libre y sabio’, ‘sabia y juiciosa libertad civil’, sean una constante en sus escritos políticos y nos muestren el nexo, para él indisoluble, entre libertad y razón.

Miranda condena con vehemencia toda manifestación de anarquía, a la que considera como la expresión máxima de la irracionalidad. En tanto contraria a la razón, la anarquía se constituye igualmente en negadora de libertad, por cuanto bajo su imperio no es posible garantizar derecho individual alguno.
Miranda encuentra en esta noción de ‘libertad racional’ la posibilidad de hacer «un cambio sin convulsiones», esto es, una revolución sin violencia.

Muy estrechamente ligadas a esta noción de ‘libertad racional’, nos encontramos con dos otras ideas que serán igualmente constantes en la formulación de su pensamiento político y que tienden a reforzar la noción de América como unidad continental. La primera, inspirada en Montesquieu, establece que todo proyecto constitucional formulado para la América meridional debe adaptarse a las condiciones particulares del continente y a las necesidades y costumbres de sus habitantes. La segunda, que es necesario establecer un marco legal único para el conjunto de provincias que conformarían la nueva nación y, a fin de asegurar su eficacia, concentrar el poder ejecutivo en manos de uno o dos individuos. Idea ésta que toma de Rousseau. Los planes de gobierno de Miranda van entonces a tratar de responder a estas dos exigencias, cuyo cumplimiento sería el único capaz de garantizar el establecimiento de la libertad racional en el Continente Colombiano:
Principios Fundamentales
En tanto sea posible establecer una Constitución que se adapte a las circunstancias del país, ésta podrá ser aceptada por el conjunto de individuos que componen la sociedad y en consecuencia se sentirán libres.
En tanto un gobierno sea estable y sólido, en esa medida éste será capaz de garantizar el orden y de hacer progresar la sociedad.

Miranda sino encontrar «la mejor forma y plan de gobierno para el establecimiento de una sabia y juiciosa libertad civil en las Colonias Hispanoamericanas». Su mayor dificultad radicará sin embargo —dada su condición de «reo» del Estado español [4]— en el hecho de no poder aprehender la realidad sobre la cual pretende legislar sino a través de interpretaciones y de informaciones dadas por terceros y de verse obligado, en consecuencia, a permanecer en la teoría.

Modelos constitucionales y realidad americana
La admiración de Miranda por el modelo constitucional inglés es bien conocida. Ya en 1783, durante su viaje por los Estados Unidos, las referencias a las excelencias del modelo inglés aparecen a cada instante en las páginas de su diario de viajes. Luego de haber asistido a las asambleas legislativas de las diversas ciudades norteamericanas visitadas, así como a las sesiones de los tribunales de justicia —donde contempla por primera vez la aplicación de los principios formulados en los textos constitucionales ingleses— su admiración aumenta. Y esto no sólo por que constata las excelencias de lo que él considera apenas «un débil suplemento» del modelo original, sino también por contraste con el sistema legislativo español. Admiración que se irá atenuando en la medida en que multiplique sus experiencias de viaje y, sobre todo, en la medida en que se descubra a sí mismo no siendo más que un peón en los manejos políticos de Inglaterra [5]. Sin embargo, la influencia teórica del modelo va a permanecer, aun cuando no será la única que actuará en el momento en que Miranda comience a formular sus planes políticos para la América meridional. El resultado final será más bien una síntesis de sus innumerables lecturas, de los principios que él iba considerando adaptables a la situación suramericana en los diversos textos constitucionales recogidos durante sus viajes y, sin duda, en las discusiones que al respecto sostenía con sus compatriotas en Londres y sus amigos norteamericanos e ingleses, cuya influencia adolece aún de un estudio detallado [6].
De acuerdo a las referencias dadas por el mismo Miranda, éste llegó a formular cuatro esbozos de planes de gobierno (1790, 1798, 1801 y 1808), de los cuales sólo tres han llegado a nuestras manos [7]. Sin embargo, por esas mismas referencias ha sido posible determinar que hay gran similitud entre los dos primeros y los dos últimos, por lo que para nuestro propósito consideraremos que Miranda formuló sólo dos proyectos fundamentales, el de 1790 y el de 1801 [8]. Comparando ambos proyectos salta a la vista una sensible evolución entre las ideas sostenidas por Miranda en el primer plan y aquellas sostenidas en 1801 y dadas a conocer luego a los Cabildos americanos en 1808. Aun cuando la terminología escogida para nombrar las diversas instancias y cargos políticos sea similar en todos los planes, la estructura organizacional y las relaciones entre el pueblo y el gobierno son, por el contrario, diferentes. Se podría incluso decir que por lo que respecta a la organización del poder, es posible establecer claramente dos períodos en el pensamiento político de Miranda. En el primero, determinado por su gran admiración por el sistema constitucional inglés, defiende la idea de una monarquía parlamentaria para la América meridional. En el segundo, se hace completamente republicano.
La distinción entre estos dos períodos es tanto más importante cuanto que el hecho de haber mantenido una terminología similar en ambos planes ha llevado a algunos a pensar que Miranda fue monarquista toda su vida. Desde su primer plan de gobierno, formulado en 1790, va a llamar Inca al detentor supremo del poder ejecutivo, en tanto que designa, entre otros, como Cuestores, Censores y Ediles a los que actúan como ministros o secretarios de Estado y Curacas a los funcionarios encargados del gobierno provincial. De igual manera en ambos planes hablará de «Imperio americano» o de «ciudadanos del imperio», pero el sentido de todas estas expresiones variará según que se trate de ese primer plan o del formulado en 1808. En todo caso, cabe destacar que incluso cuando propone una monarquía, se trata de un sistema mixto en el cual figuran ya principios republicanos.
En efecto, en 1790, Miranda propone, para gobernar la América independiente, la creación de una monarquía hereditaria en la cual el soberano será llamado Inca o Emperador. El sistema de gobierno de ese vasto imperio que se extendería desde la ribera sur del Mississippi hasta Cabo de Hornos, es concebido según el sistema inglés, más la incorporación de algunos elementos tomados de las instituciones romanas. El sistema legislativo estaría compuesto de dos cámaras: la de los senadores o Caciques, elegidos de por vida por el Inca entre aquellos que hayan ejercido un alto cargo en el gobierno, y una cámara de diputados, elegida por los ciudadanos en comicios directos por un período de cinco años y sin ninguna indemnización parlamentaria. Toca a los ciudadanos elegir también dos Censores, encargados de vigilar la conducta de los senadores y de las costumbres en general. Las finanzas son puestas bajo la responsabilidad de dos Cuestores designados por la cámara de Diputados, en tanto que la realización de los trabajos públicos está a cargo de dos ediles designados por la cámara de Senadores. Todos estos cargos tienen una duración de cinco años y al final del mandato, la gestión de los funcionarios es juzgada por las dos cámaras. Si bien los jueces son elegidos por el Inca, sus cargos son inamovibles y bien remunerados a fin de asegurar su independencia de criterio.
En este primer plan no se contempla la existencia de Cabildos o de Asambleas Legislativas, pero en compensación se establece un procedimiento para eventuales reformas de la Constitución y para el establecimiento de leyes, en el cual la responsabilidad es igualmente compartida por todas las instancias de gobierno. Aun cuando en este primer plan se habla de una monarquía hereditaria, está claro que Miranda trata de encontrar un equilibrio entre monarquía y democracia al repartir la responsabilidad del gobierno entre funcionarios elegidos por el Inca y funcionarios elegidos por el pueblo. En cuanto a la utilización de los nombres Inca o Caciques, pensamos que obedece a su permanente actitud de reivindicación de la especificidad americana; es decir, se trata de un procedimiento retórico de síntesis cultural donde las tradiciones americanas —aun cuando sólo sea a título nominal— son puestas al mismo nivel que las tradiciones más respetables de Europa.
En 1795, Miranda publica en París un folleto [9] donde expresa su opinión sobre la situación de Francia y sobre las medidas que deben ser tomadas para enfrentar la grave crisis económica que sacude a la república burguesa en ese momento; en particular, recomienda la renuncia a toda política de conquista y el retorno a las antiguas fronteras. El artículo se divide en tres partes: gobierno, paz y finanzas. En ese momento la Convención trataba de encontrar un equilibrio político redactando una nueva Constitución, la del año III, y Miranda decide participar en la discusión pública sobre los principios que deben ser adoptados. Entre los postulados establecidos en ese trabajo, nos interesa destacar dos de ellos, que serán luego sostenidos por Miranda en sus proyectos y planes de gobierno para la América meridional. El primero tiene que ver con la afirmación de que sólo los hombres «virtuosos e ilustrados» están en capacidad de salvar a la patria tanto del despotismo como de la anarquía. Es decir, que en tanto adeptos de la razón, estos hombres se presentan como los únicos capaces de asegurar «por sus luces y su energía» el justo equilibrio entre los excesos debidos al ejercicio despótico del poder y los levantamientos irracionales de las masas populares.
El segundo postulado consiste en la afirmación de que sólo una «sabia división de poderes puede dar estabilidad a un gobierno». A este efecto, agrega Miranda, dos condiciones son esenciales para mantener la independencia absoluta de poderes: primero, que provengan de una sola fuente; segundo, que se vigilen constantemente los unos a los otros: «El Pueblo no sería soberano, si uno de los poderes constituidos que le representan, no emanara inmediatamente de él; y no habría independencia, si uno de ellos fuera el creador del otro» [10]. Aun cuando Miranda no va a conservar el principio del pueblo como fuente única de poder en sus planes de gobierno para la América meridional, sí va a conservar en cambio el principio de la vigilancia recíproca de los poderes: «No es verosímil que tres poderes independientes y celosos, se reúnan jamás para traicionar los intereses del soberano, y es sobre esta probabilidad moral que se funda la seguridad del ciudadano respecto a la libertad civil y política» [11].
Adicionalmente, este texto sobre la situación de la Francia nos revela la génesis, en el pensamiento mirandino, de la idea de un poder ejecutivo restringido. Retomando a Rousseau, cuyas tesis conocía desde mucho tiempo atrás, Miranda analiza la relación entre la fuerza del poder ejecutivo y el grado de libertad del pueblo. En efecto, dice, existe una relación directamente proporcional entre la libertad civil y la fuerza represiva necesaria para garantizar el control de la población. Teniendo en consideración el hecho de que la libertad engendra de por sí una actividad mayor en los hombres y que, en consecuencia, la energía desplegada por estos se hace más intensa, es evidente que se hace igualmente necesario contar con una fuerza superior para contenerlos en caso de que llegaran a desviarse «del camino de la razón». Esto equivale a decir que cuanto más libre sea un pueblo, más fuerte debe ser el poder encargado de aplicar las leyes. Pero como la fuerza de un poder le viene de la eficacia con la cual actúe, se sigue, en consecuencia, que un gran número de miembros no haría sino retardar las decisiones. De allí, entonces, la necesidad de concentrar el poder en muy pocos miembros; o dicho en términos de Rousseau: «la fuerza de todo gobierno está en razón inversa del número de sus gobernantes».
Es, pues, a partir de esta tesis que Miranda va a perfilar su concepción de un poder ejecutivo restringido a muy pocas personas: « Uno o dos hombres de bien... apoyados por seis ministros...», serían según él suficientes para resolver los problemas de Francia, como también habrían de serlo para gobernar con eficiencia el Continente Colombiano [12]. Esta concepción no va a variar, sea que se trate del proyecto de 1790, donde considera el establecimiento de una monarquía hereditaria en la América meridional y ejercida por un Inca «tomado de preferencia dentro de la misma familia», como en el de 1801, donde el Inca, como veremos luego, es designado por un Congreso continental o Concilio Colombiano, como lo llamará en 1808.
Los planes de gobierno presentados por Miranda al Gabinete inglés en 1801 —Proyecto de Gobierno Provisional y Proyecto de Gobierno Federal— mantienen esta tesis de un poder ejecutivo fuerte, es decir, restringido a muy pocas personas, aunque en ellos la autoridad máxima reside en el Congreso. Los Incas mismos son elegidos por ese cuerpo legislativo y aunque sus personas sean «sagradas e inviolables durante el tiempo de su magistratura» (el mandato es fijado en 5 años [13]), pueden, sin embargo, ser llevados después a juicio ante la Corte Suprema nacional. Estos planes de 1801 pueden ser considerados como la formulación definitiva del pensamiento constitucional de Francisco de Miranda. Son los mismos planes que llevará consigo a Caracas en el momento de su regreso, en diciembre de 1810, y los mismos que presentará al siguiente año a la comisión encargada de preparar un proyecto de Constitución para la nueva República de Venezuela [14].
Ambos planes (el de Gobierno Provisorio y el de Gobierno Federal) son complementarios entre sí, siendo el primero, evidentemente, la base sobre la cual se explica el segundo. En tanto que transitorio y destinado a llenar un vacío de poder entre el régimen colonial y el establecimiento del gobierno independiente, el plan de gobierno provisional sólo da instrucciones generales que permitan asegurar la conducción de los asuntos públicos. Así, luego de declarar primeramente que «Toda autoridad emanada del gobierno español, queda(ba) abolida ipso facto», se pasa al establecimiento de las condiciones mínimas necesarias para constituir los comicios, para definir la composición y funciones de los nuevos Cabildos, así como la de las Asambleas Provinciales; quedando estas últimas encargadas del gobierno general de la provincia hasta la constitución del gobierno federal.
Por otra parte, se establecen medidas tales como la abolición de los impuestos personales, particularmente los de los Indios; la unificación de las milicias bajo el mando de un Generalísimo; el control de los curas por sus respectivos parroquianos; el lugar de los extranjeros y el castigo de los traidores.
A grandes rasgos, estas mismas ideas están contenidas en el Proyecto de Gobierno Federal, al cual se van a agregar otras precisiones. En este último proyecto, la estructura de gobierno es concebida de manera piramidal y es competencia de cada instancia designar los miembros de la que le sigue en jerarquía, hasta llegar a la designación de la autoridad ejecutiva suprema. Compete a los Cabildos escoger los miembros de las Asambleas Provinciales y a éstas elegir los representantes que van a constituir el Cuerpo Legislativo o Dieta Imperial. A su vez, es la Dieta la que va a escoger dos ciudadanos para ejercer el poder ejecutivo: «(Su) título será Incas, nombre venerable en el país», escribe Miranda a propósito de estos dos ciudadanos supremos. En compensación, los jueces encargados de presidir los diferentes tribunales de provincia —es decir, el poder judicial— son elegidos directamente por los ciudadanos en los comicios de las diferentes circunscripciones. La relación directa entre electores y elegidos no se da sino en este caso y en el caso de los Cabildos. Para el resto de los cargos, la elección es siempre indirecta.
Si consideramos estos planes de gobierno de 1801, a la luz de las proclamaciones hechas por Miranda en ese mismo año, podremos tener una comprensión bastante aproximada de su verdadero pensamiento político. En cuanto a la amalgama de nociones provenientes de diversas realidades políticas, éstas pueden ser explicadas si tenemos en cuenta el hecho de que Miranda busca efectuar «un cambio sin convulsiones», es decir, intenta encontrar siempre el «justo medio» capaz de evitar las consecuencias que se derivan de todo exceso. Su divisa de «libertad racional» lo va a llevar por tanto a apoyarse en las estructuras de organización preexistentes para así poder introducir, sin correr demasiados riesgos, principios esencialmente revolucionarios, como lo es, por ejemplo, el de la igualdad de todos los habitantes del continente, sin distinción alguna de castas.
En principio, todos los habitantes del país, en tanto cumplan con las condiciones requeridas para tener la ciudadanía americana, son elegibles para todos los cargos públicos. A excepción de los esclavos, todos aquellos que hayan nacido en el país, de cualquier casta que sean, son considerados ciudadanos americanos. En otras palabras, Miranda va a establecer «oficialmente» el principio de pertenencia al suelo como única fuente de derechos en la nueva nación. Por lo que toca a los no nacidos en América, esto es, a los extranjeros, ellos también podrán llegar a ser ciudadanos americanos en la medida en que «habiéndose establecido o casado en el país, presten juramento de fidelidad al nuevo gobierno; o no siendo casados, hagan más de dos campañas por la independencia americana». La América aparece así como fundamento de ciudadanía, sea por el derecho natural de nacimiento sea por el derecho adquirido a través de un compromiso personal.
En la medida en que todos son ciudadanos americanos, todos tienen los mismos derechos y los mismos deberes hacia la patria: para defenderla, todos los ciudadanos son llamados a tomar las armas [15]. Sin embargo, por lo que toca a los derechos, se introduce una diferencia entre derechos civiles y derechos políticos. En materia civil todos los ciudadanos americanos gozan de los mismos derechos, pero en lo que toca a lo político, es decir, para el derecho de elegir y ser electo, se agrega —de manera general— la condición de ser propietario de una cierta cantidad de hectáreas de tierra; cantidad que se acrecienta según el cargo a ejercer, excepto para los cargos judiciales donde no se establece precondición alguna.
Sobre esta introducción de la Propiedad como fundamento del ejercicio político, se hace necesario señalar que la misma representa una variación en el pensamiento político de Miranda. En efecto, si durante su estadía en los Estados Unidos (1783-1784) había considerado inadmisible que un gobierno democrático «cuya base es la Virtud, no le señalara puesto alguno a ésta y por el contrario todas las dignidades y el poder se daban a la Propiedad que es justamente el veneno de una República semejante» [16], ahora, por el contrario, la presenta también como una «virtud» y la toma como garantía de responsabilidad moral de los ciudadanos hacia el país. Cambio que se explica en la medida de su adhesión a los principios liberales y a las tesis del fisiocratismo, que exaltaba el cultivo de la tierra como garantía de prosperidad en una nación. Esta nueva apreciación de la propiedad no implica, sin embargo, que Miranda haya modificado su valoración respecto a la necesaria presencia de virtudes intelectuales, como bien lo muestra, por ejemplo, la proclama de 1806: «... que somos todos conciudadanos, y [que]... los premios pertenecen exclusivamente al mérito y a la virtud, en cuya suposición obtendrán en adelante, infaliblemente, las recompensas militares y civiles por su mérito solamente».
Es evidente que el establecimiento de esta exigencia que concierne a la propiedad, equivalía en la práctica, al mantenimiento de los privilegios de los grupos sociales tradicionalmente propietarios de tierras: los Criollos, principalmente. Sin embargo, puesto que no se exigía ninguna otra condición, es de suponer que —al menos en teoría— los Pardos, excluidos en el anterior régimen por otras razones pero que se habían convertido en pequeños propietarios, podrían también encontrar una buena ocasión para comenzar a abrir una brecha en el muro que los separaba del poder.
Por lo que respecta a los ciudadanos menos favorecidos, los Indios y la gente de color, el plan preveía la asignación de tierras a todos aquellos que carecieran de propiedades, lo que al menos los situaba en la categoría de electores o ciudadanos activos [17]. Igualmente, tanto en el proyecto de gobierno provisional de 1801, como en el de 1808, se establece que los Cabildos deben incluir entre sus miembros «un tercio de miembros tomados de entre los Indios y las gentes de color de la provincia» y estos, no siendo propietarios como el resto de los miembros, constituirán una excepción.
En cuanto a la importancia que atribuye a los Cabildos y al hecho de que insista en mantenerlos —al igual que lo hace con la necesidad de preservar la religión católica como religión nacional— una vez instaurado el nuevo gobierno, esto no constituye sino la expresión de uno de sus principios políticos fundamentales: la forma de gobierno debe adaptarse a las circunstancias del país. Aun cuando los Cabildos sean una institución que proviene de la metrópolis, Miranda considera que los mismos han asumido características sui generis en el Nuevo Mundo y que los Americanos se sienten representados por ellos:
When we consider the great advantage they [los suramericanos] possess in having a uniform and general Code of good Laws — One and the same Language — Religion — Form of Administration; the difficulty of a change without convulsions is greatly diminished, and little is to be apprehended. Depons in his judicious and accurate observations on Terra Firme, remarks that the Cabildos or Municipal organizations of the Civil Government of South America, are the most popular and best calculated institutions to administer and govern the country (See Depons, t. II — Art. Cabildos, Paris, 1806) [18].
Es cierto que Miranda tiene una visión idealizada de esta institución que en la práctica ni es electa por los ciudadanos, ni tiende a satisfacer otros intereses que no sean aquellos muy particulares de sus miembros. Visión que se refuerza ante el hecho de que, efectivamente, al independizarse Holanda del dominio español, sólo fueron eliminadas las instancias que representaban directamente el poder de la metrópolis, conservándose en cambio aquellas que emanaban directamente del país —entre las cuales los Cabildos— y fue gracias a ello, observa Miranda, que la nación siguió funcionando como un todo organizado. Convencido, pues, de que la feliz experiencia holandesa puede reproducirse en las colonias americanas, en cuanto éstas tengan oportunidad de desembarazarse del gobierno español, Miranda estipula en sus planes de gobierno que serán los Cabildos los que —llegado el momento de la liberación— asuman el poder en su respectiva jurisdicción.
La comparación con el caso de Holanda —bastante frecuente en sus escritos— le lleva por otra parte a reflexiones que le permitirán completar su modelo. Si en ese país de Europa, la exigüidad del territorio comprendido por las siete divisiones regionales principales había facilitado «without tumult or confusion» la unión de sus corporaciones municipales en una especie de confederación, en un país tan extenso como la América del Sur, la constitución de un gobierno a partir de una simple confederación de cuerpos municipales, resultaba a todas luces impracticable. De allí que Miranda se vea enfrentado a la disyuntiva de proyectar un gobierno representativo y eficaz para la América meridional, pero sin dejar de considerar la exigencia de que el nuevo sistema político a implantarse debe, al mismo tiempo, insertarse coherentemente en el contexto de la tradición de los Cabildos. Un texto de la obra de J. M. Antepara, en cuya producción participó activamente Miranda, nos permite entender la lógica de la estructura organizacional escogida por este último para Colombia:
There is one danger in rendering the basis of representation too wide. There is another danger in rendering it too narrow. In rendering it too wide, you incur the inconveniences of the ignorant and precipitate the passions of the vulgar. In rendering it too narrow, you incur what is still worse, the mischiefs of bribery and corruption [19].
Siempre buscando el equilibrio entre los extremos, Miranda encuentra la superación del dilema en el establecimiento de Asambleas Provinciales, las cuales van a servir de intermediarias entre los Cabildos —cuyos miembros son elegidos directamente por los ciudadanos y, en consecuencia, representan los intereses concretos de la masa— y el Cuerpo Legislativo, Dieta Imperial o Concilio Colombiano, que representa a la nación en sentido abstracto. De esta manera nos encontramos con unas instancias, las Asambleas Provinciales —elegidas por los Cabildos de las diferentes villas de la provincia— que no son ni demasiado numerosas como los Cabildos, pero tampoco se reducen a un solo cuerpo como el Concilio. Subordinadas a este último, ellas pueden sin embargo proponer modificaciones a la Constitución y sin su consentimiento ninguna ley puede ser modificada. Las interrelaciones entre las diversas instancias del poder legislativo e, incluso, de ese mismo poder con los poderes ejecutivo y judicial, son de tal naturaleza que garantizan el control mutuo y todos los funcionarios —incluidos los incas— son responsables ante la Justicia. A excepción de los Jueces, que son designados directamente por los ciudadanos y cuyos cargos —salvo prevaricación— son inamovibles y de por vida, el ejercicio de todos los otros cargos está limitado, de manera general, a cinco años y se prohibe la reelección inmediata.
Ahora bien, puesto que esta estructura organizacional habría de extenderse desde la ribera sur del Mississippi hasta el extremo sur de la Patagonia, no podían pasar desapercibidas para Miranda las dificultades que habría que superar para lograr la marcha armoniosa de una nación de tales dimensiones. Es tal vez por ello que termina estipulando que de los dos Incas, uno debía permanecer al lado del Cuerpo Legislativo, en tanto que el otro —como si se tratara de un desdoblamiento— se dedicaría a recorrer la inmensidad del territorio americano. La responsabilidad política mayor recae, sin embargo, sobre el Poder Legislativo, a quien corresponde construir, a través de la promulgación de leyes generales aplicables a todos los ciudadanos americanos, la unicidad jurídica que haría del conjunto de ex colonias una sola nación independiente: Colombia.
La idea de la Integración continental
Vemos entonces como desde las primeras formulaciones de su proyecto emancipador, Miranda concibe ya la creación de un solo Estado sudamericano independiente, que se substituiría al conjunto de posesiones que componían al imperio español en esta parte del hemisferio. En otras palabras, la idea de la integración americana es inseparable, en Miranda, de la idea de la independencia de las colonias hispanoamericanas. Sobre este aspecto, Miranda es también un precursor, aun cuando a menudo el mérito de esta concepción se atribuye a otros independentistas no menos importantes.
Con toda seguridad, no creemos que pueda encontrarse, antes de Miranda, la explicitación de la tesis de la unidad cultural y política de la América meridional, y menos aún, el esfuerzo consciente de señalar las bases de tal unidad. Por otra parte, esta concepción asume en Miranda un carácter histórico, es decir, que es posible distinguir tanto una búsqueda de los fundamentos de tal unidad en el pasado, como una proyección de su existencia en el futuro. Es por ello que los llamados a la unión y a la reunión de todos los americanos no se detienen en la simple conquista de la autonomía política, sino que se dirigen hacia un objetivo que la trasciende y cuya realización sólo puede ser garantizada por la integración: se trata de la consolidación de la nación independiente como potencia política y el desarrollo de su potencial económico.
Así, desde el comienzo, Miranda trata de convencer a los americanos no solamente de la necesidad de la Independencia, sino también del hecho de que una empresa de esa envergadura exige la conjunción de los esfuerzos de todos:
Sírvanse Vss. igualmente (si lo juzgan conveniente) enviar copia de este aviso a las demás provincias limítrofes (Santa Fe y Quito) a fin de que haciendo el debido uso, marchemos unánimes al mismo punto, pues con la desunión solamente correría riesgo, a mi parecer, nuestra salvación e independencia [20].
Miranda dirige el mismo mensaje a los miembros del Cabildo de Buenos Aires, incitándolos a adquirir «la unión indispensable»: Concordia res parvae crescunt: discordia maximae dilabuntur, y a concertarse con «los Reinos del Perú, Quito y Chile». Sin esta unión, insiste Miranda, «nuestra América» no podrá jamás conquistar «una sólida y libre independencia». Dicha unión constituye incluso uno de los presupuestos de su discurso. Así, sea que se dirija al Cabildo de Caracas, su lugar de nacimiento, sea que se dirija al Cabildo de Buenos Aires, ciudad situada al otro extremo del continente y donde jamás estuvo, Miranda habla por igual de «nuestra cara y amada patria». Se trata de una sola patria, que tiene existencia plena, incluso antes de ser liberada. Por lo demás, esta unión no es concebida como una alianza estratégica dirigida a alcanzar un objetivo particular, sino como una verdadera integración de unidades parciales que constituyen una nueva entidad de carácter permanente, la cual ha de llegar a ser, por otra parte, una gran potencia mundial.
Los fundamentos de esta unidad continental los establece Miranda a diversos niveles. Por una parte, encontramos una justificación histórico-política que proviene del hecho mismo de la dominación española. Se trata de la existencia de una problemática social, política y económica, que es similar en toda la América meridional [21], y para la cual no hay sino una única solución: «derribar [esa] monstruosa tiranía... y que las riendas de la autoridad pública vuelvan a las manos de los habitantes y nativos del país».
Además de la justificación de haber sido «injuriados del mismo modo», existen otras razones, tal vez más esenciales, que según Miranda determinan la necesidad y las ventajas de la integración: una es de carácter cultural ; la otra, de naturaleza económica. En el primer caso, Miranda insiste sobre la existencia de una comunidad de lengua, de religión y de costumbres que subyace a las formas de la dominación y que constituye la unicidad del ser americano. Dicho de otra manera, se trataría de una unidad de hecho, a la cual se agregaría una unidad de derecho, expresada por la voluntad política de construir un solo Estado.
Evidentemente se podría argumentar que este ser americano único del cual habla Miranda, no es, sensu stricto, otro que la proyección de los rasgos culturales del sector dominante de la población americana, específicamente de los Criollos, sobre el resto de la sociedad. Como contraparte, se podría decir que es el proyecto cultural de este sector social el que se constituyó, de grado o de fuerza, en modelo para las otras capas de la sociedad. En este sentido, podría decirse que Miranda no estaba muy alejado de la realidad puesto que, a pesar de la estructuración de la sociedad en castas, se había establecido de cierta manera una especie de supra-cultura «nacional» de una cierta homogeneidad [22]. En todo caso, aun asumiendo esta unidad cultural, una ambigüedad continúa sin resolverse: ¿cómo pueden postularse los rasgos culturales del ser americano, sin incluir aquellos que son el resultado de esos tres siglos de colonización y de los cuales, sin embargo, se querría poder hacer abstracción?
A los fundamentos de orden político y cultural, Miranda añade el hecho de la existencia de estructuras administrativas locales y de un cuerpo de leyes similares en el conjunto de provincias americanas. Se trata de un hecho del cual, como hemos visto, no deja nunca de alegrarse y en el cual ve la base fundamental para un cambio político «sin convulsiones».
Por lo demás, la integración americana no es solamente un imperativo histórico, ella es también un proyecto para el futuro. Si no existieran las razones anteriores, la unión se justificaría por el papel que podría jugar a nivel mundial una América meridional integrada económicamente. Por una parte, la inmensidad de sus recursos naturales la colocaba ya potencialmente en una posición privilegiada y, por la otra, el establecimiento de un gobierno independiente —al estimular la actividad creadora y garantizar el provecho exclusivo de sus recursos— le permitiría competir con las potencias más reputadas del mundo. Si Europa, que no poseía tantos recursos geográficos ni tantos minerales como los poseía América, había llegado a ese alto nivel de civilización ¿ por qué las colonias hispano-americanas —una vez independientes y constituidas en una sola nación —no podrían también hacerlo? Toda esta riqueza, sin embargo, podría resultar inútil si no se daba acompañada de la voluntad de consolidar la unión [23].
La cristalización política de esta integración la ve Miranda en la constitución de un Congreso continental. En efecto, tanto en los planes de gobierno, como en las diversas proclamaciones, una de las primeras medidas que Miranda considera esenciales de tomar es la de organizar un Congreso en el cual todas las provincias de América estarían representadas y que sería el único organismo que tendría la facultad de tomar las decisiones que conciernan a la totalidad del país. Así, por ejemplo, en la «Instrucción o Acta de París» de 1797 [24], que autoriza a Miranda a nombrar sus asistentes, los empleos que éste otorgaría serían «provisionales y revocables a voluntad hasta tanto no se constituya el cuerpo representativo continental que es el único que tendrá el derecho de confirmar o anular esos cargos según lo juzgue conveniente». De igual manera, en 1801, en la «Proclama a los Pueblos del Continente Colombiano», en el primero de los artículos referido al establecimiento del nuevo gobierno, se prevé que:
Los Cabildos y Ayuntamientos de las Villas y Ciudades que componen las colonias del Continente Colombiano, enviarán sin dilación sus diputados al cuartel general del Ejército. Estos diputados indicarán a su voluntad, el lugar que les parezca mejor para reunirse en él y formar el Congreso, que debe ocuparse de la formación de su gobierno provisional, que nos conduzca a una libertad bien entendida, y a la independencia de estos países.
Constatamos, una vez más, que Miranda no concibe la Independencia sino como liberación de la totalidad americana y que es en esa totalidad donde las partes integrantes encuentran su sentido. En 1809, durante la crisis del imperio español, la idea unificadora se concretiza espacialmente al proponer que sea Panamá la sede de ese Congreso continental, siendo así Miranda el primero en presentar el Istmo como centro geopolítico de la América meridional. Son además las propias autoridades españolas las que testimonian esta propuesta:
Que esperaba que para Enero o Febrero próximos estaría España conquistada por los franceses, y para cuya época se reunirían en Panamá los diputados de todas las Provincias de América donde elegirían el gobierno que les acomodase [25].
Las autoridades españolas no se engañaban. Miranda consideraba un hecho inevitable la ocupación de España por los franceses y con la fuerza que le daba esta convicción, había redoblado su campaña política entre sus compatriotas. Es por esta razón que para julio de 1809, la independencia de las colonias americanas se ha convertido para Miranda en un hecho ineluctable y ve por tanto llegado el momento de convocar un Congreso de diputados de villas y provincias de América —idea que ya venía manejando desde hacía tiempo— sobre el propio territorio americano. Ningún otro lugar, a su entender, parecía más apropiado que Panamá para reunir ese congreso. Por su situación geográfica, el Istmo era de fácil acceso para los americanos de todas las latitudes y encarnaba, por así decirlo, la imagen de la unión entre el norte y el sur de la América de lengua española. Por la misma razón, Miranda había sugerido, en su plan de gobierno de 1801, que Colombo, la ciudad federal, capital de Colombia, fuera construida en el Istmo.
El proyecto de Miranda no llegó a realizarse, pero la idea fue retomada por Bolívar quien, en 1815, en su «Carta de Jamaica», sugiere la reunión en Panamá de un Congreso de las Repúblicas americanas independientes, lo que no se concretará hasta 1826. Aunque los objetivos de este Congreso convocado por Bolívar tendían más bien al establecimiento de alianzas entre repúblicas independientes y no a la constitución de una sola república como proponía Miranda, es evidente que es a este último a quien corresponde la paternidad de la idea general de una unión americana.
La «Instrucción o Acta de París» constituye otro de los documentos que señalan el nexo indisoluble entre independencia e integración en el pensamiento de Miranda. Abstracción hecha del problema de la representatividad real o supuesta del o de los autores de este documento, el mismo muestra el alcance de la concepción mirandina sobre el papel que esta nación suramericana unida podría jugar en el contexto mundial. Una vez las colonias emancipadas y la nueva nación constituida, ésta se colocaría en igualdad de condiciones con las otras naciones del mundo y, particularmente, con las potencias que la habrían ayudado a convertirse en entidad autónoma.
En primer lugar, Miranda propone una alianza defensiva entre Inglaterra, los Estados Unidos de América y la América meridional; alianza que él avizora de larga duración, dadas las ventajas recíprocas que se obtendrían y la posibilidad de consolidarlas con el establecimiento de un gobierno similar en las tres naciones aliadas. De seguidas, propone firmar acuerdos bilaterales entre la América meridional y sus eventuales aliados. Con Inglaterra convendría establecer un tratado comercial y una alianza financiera entre los bancos de Londres, de México y de Lima «a los efectos de sostenerse mutuamente... y por este medio, el crédito monetario de Inglaterra se asentaría sobre bases inquebrantables». Con los Estados Unidos, por el contrario, los tratados propuestos son más bien en el dominio militar. Si para obtener la independencia, tanto Inglaterra como los Estados Unidos, habrían de prestar ayuda militar a las colonias de la América meridional, para defenderla, una vez conquistada, la defensa militar de la nueva nación es confiada, en este documento, a las tropas norteamericanas. Evidentemente, a Miranda le faltaba un poco de la desconfianza que mostrará más tarde Bolívar respecto de sus vecinos del norte.
Para establecer las condiciones particulares de estas alianzas, en especial las alianzas comerciales con Inglaterra, el documento estipula que deberá «esperarse la reunión de los diputados de las diferentes regiones en cuerpos representativos, a fin de poder fijar los arreglos definitivos y de conjunto». En todo caso, aun cuando estas propuestas hayan sido hechas a partir de una visión muy idealizada de la realidad americana, quisiéramos sin embargo destacar el hecho de que ellas buscan consolidar la presencia de la América meridional en el mundo, y esto, no solamente desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista político: la alianza de esas tres grandes naciones, subraya el documento, constituye por otra parte la única «balanza de poder capaz de contener la ambición destructiva y devastadora del sistema francés». La integración americana es propuesta, entonces, por Miranda no solamente como condición de existencia para unas colonias que se han independizado, sino también como vía de recuperación del retardo que en el progreso mundial le habían ocasionado los tres siglos de dependencia colonial.
La pertenencia al suelo americano proveyendo el criterio de ciudadanía, y el Estado construyéndose a partir de la conciliación utópica de las diferentes herencias culturales, la nación de Miranda se presenta, así, como la ocasión de un recomienzo donde toda contradicción es superada. Sin embargo, su racionalidad es demasiado abstracta como para dar cuenta de la complejidad, de la intensidad de los conflictos escondidos bajo la simple relación metrópoli-colonia y los cuales no podrán menos que aflorar desde el momento mismo en que esa relación será rota. Si se hace necesario calificar el pensamiento de Miranda, la expresión «racionalismo utópico» es tal vez la que lo define mejor, aclarando sin embargo, que tomamos el adjetivo utópico sensu stricto: ‘u-topico’, es decir, que no existe en ninguna parte porque aún no es real, y no en el sentido peyorativo de lo no realizable o quimérico. Es, pues, en este sentido que podemos llamar utópica a la sociedad proyectada por Miranda, puesto que ella representa la realización de valores que no se han concretizado aún en la sociedad real hispano-americana, pero que él considera necesarios para alcanzar «una vida plena». Miranda llegó incluso a prever un ‘topos’ para la capital de esa sociedad pro-yectada que encarnaría a la nueva e inmensa nación colombiana:
La Ciudad Federal será construida en el punto más central (tal vez en el Istmo) y llevará el nombre augusto de Colombo, a quien el mundo debe el descubrimiento de esta bella parte de la tierra… [26].
Notas
1. Existen dos ediciones de los Archivos de Miranda. La primera se inició en 1929, tres años después que el gobierno venezolano recuperara en Londres los papeles de Miranda, perdidos desde 1812 luego de su prisión en La Guaira. Esta edición, preparada en su mayor parte por Vicente Dávila y publicada bajo los auspicios de la Academia Nacional de la Historia, reproduce la mayor parte de los documentos contenidos en los 63 volúmenes del archivo original. La misma, terminada en 1950, comprende 24 volúmenes y es la más frecuentemente citada. La segunda, publicada bajo el nombre de Colombeia, se inició en 1978 y hasta ahora sólo han aparecido doce volúmenes. Esta edición, coordinada por Josefina Rodríguez de Alonso y auspiciada por la Presidencia de la República, sólo comprende los documentos del período 1750-1793.
2. Carta de Miranda a Manuel Gual, fechada el 4 de abril de 1800. Archivos del General Miranda (en adelante AGM), Editorial Lex, La Habana, 1950, T. XVI, pp. 70-71 (Arch. Or.: Negociaciones, T. II, f° 277).
3. Los nombres de Colombia y de Continente Colombiano, forjados por Miranda para designar la América meridional, nos hablan ya de un intento consciente de clarificación de la identidad americana.
4. Miranda debe abandonar el territorio americano en 1783 para escapar a varias órdenes de captura emitidas por el gobierno español. La persecución le acompañó durante toda su vida y a través de todos los territorios recorridos. De allí que tuviera siempre que recurrir a información de terceros para conocer cuanto acontecía en los dominios de España.
5. AGM, T. XXII, pp. 302-303 (Arch. Or.: Negoc., T. XVI, f° 57).
6. Entre aquellos con quienes Miranda discutía amplia y frecuentemente estos temas, cabe destacar la presencia de los filósofos ingleses James Mill y Jeremy Bentham. AGM, T. XXII, p. 187 (Arch. Or.: Neg., T. XV, f° 28, 29).
7. A pesar de la discrepancia existente entre los historiadores, consideramos que el proyecto faltante corresponde al formulado en 1798.
8. A excepción de estos dos proyectos, encontramos algunas instrucciones generales para establecer un gobierno provisional en América en su Proclama a los Pueblos del Continente Colombiano (alias Hispano-América) (1801) y en su Proclama a los Pueblos Habitantes del Continente Américo-Colombiano (1806). Asimismo, Miranda formula algunos de sus principios políticos fundamentales en el artículo publicado en 1795 en Francia, «Opinion du général Miranda sur la situation actuelle de la France et les remèdes convenables à ses maux», al igual que en cartas dirigidas al presidente norteamericano John Adams en 1798 y al ministro inglés Castlereagh en 1808. Otras observaciones políticas aparecen diseminadas en el resto de su numerosa correspondencia y en sus diarios de viaje.
9. Opinion du général Miranda... A Paris, de l’Imprimerie de la rue de Vaugirard, N° 790, An troisième de la République française.
10. Op. Cit., pp. 3-5. En este último caso, Miranda no hace sino seguir las tesis de Montesquieu.
11. Ibid., p. 9.
12. Cf. Proyecto de Gobierno Federal de 1801. AGM, T. XVI, pp. 154-159 (Arch. Or.: Neg., T. III, f° 90-92).
13. Original en francés (AGM, T. XVI, p. 156; Arch. Or.: Neg., T. III, f° 93). En diversas traducciones al español de estos Planes de Gobierno el tiempo de mandato de los Incas aparece erróneamente elevado a diez años.
14. Las desavenencias entre los criollos de Caracas y Miranda impidieron que éste hiciera prevalecer sus ideas constitucionales en el momento de redactar la Carta Magna de la Primera República de Venezuela. Posteriormente, en las sesiones del Congreso, Miranda no quiso aparentemente participar en las discusiones del texto presentado por la Comisión encargada de elaborarla, y en el momento de la firma del texto definitivo, hizo constar su desacuerdo, pues, a su entender, la Constitución aprobada no se ajustaba «con la población, usos y costumbres de estos países, de que puede resultar que en lugar de reunirnos en una masa general o cuerpo social, nos divida y separe en perjuicio de nuestra libertad civil y de nuestra independencia»: los Criollos de Caracas habían preferido una federación de provincias similar a la de Estados Unidos, en lugar de la centralización propuesta por Miranda. Cf. Sesión del Congreso del 21 de diciembre de 1811, en Congreso Constituyente de Venezuela, 1811-1812, Ediciones conmemorativas del Natalicio del Libertador Simón Bolívar, Italgráfica, Caracas, 1983, T. II, p. 216.
15. AGM, T. XVI, p. 120 (Arch. Or.: Neg., T. III, f° 55).
16. El hecho de que todo propietario pudiera llegar a ser miembro del poder legislativo, era considerado por Miranda como la deficiencia más grave del sistema republicano de la nueva nación norteamericana, pues simplemente le abría las puertas a la ignorancia. Esta actitud obedecía, en ese entonces, no sólo al hecho de su alta estima por el cultivo del intelecto, sino también a sus prejuicios de clase, muy arraigados para la época. Cf. Colombeia, T. III, pp. 305 ss. (Arch. Or.: Viajes, T. VI, f° 93).
17. Cf. Proyecto de Gobierno Federal...
18. Carta de Miranda a lord Castlereagh, de fecha 10 de enero de 1808. AGM, T. XXI, p. 23 (Arch. Or.: Neg., T. XII, f° 165).
19. Antepara, J. M., South American Emancipation. Documents, historical and explanatory, showing the designs which have been in progress, and the exertion made by General Miranda for the attainment of that object during the last twenty-five years, printed by R. Juigné, London, 1810, p. 36.
20. Carta al Marqués del Toro, de fecha 20 de julio de 1808. AGM, T. XXI, p. 322 (Arch. Or.: Neg;, T. XIV, f° 53). Subrayado de Miranda.
21. Cf. Proclama a los Pueblos del Continente Colombiano (alias Hispano-América). AGM, T. XVI, pp. 108-120 (Arch. Or.: Neg., T. III, f° 55-68 vto.).
22. Cf. Roig, Arturo Andrés, «Nacionalidades, Nacionalidad Continental y Cultura en Nuestra América», Tareas, Panamá, 1980, p. 68.
23. Cf. Proclama a los Pueblos habitantes del Continente Américo-Colombiano, 1806.
24. AGM, T. XV, pp. 198-205 (Arch. Or.: Neg., T. I, f° 146 vto.).
25. Carta del embajador español en Londres al gobierno de Madrid, de fecha 17 de julio de 1809. Archivo General de Simancas, Estado, Legajo 8172, n° 226. In Grisanti, Angel, Miranda juzgado por los funcionarios españoles de su tiempo, Jesús A. Grisanti Editores, Caracas, 1954, p. 128. Subrayado en el original.
26. Proyecto de Gobierno Federal (1801). AGM, T. XVI, p. 159 (Arch. Or.: Neg., t. III, f° 92).
"El Papel de Miranda y su generación en la emancipación latinoamericana: identidad, integración regional y gobernabilidad", escrito por Carmen Bohórquez y Christian Ghymers.